martes, 3 de febrero de 2015

UNA PORTADA LLENA DE SIMBOLISMO


La portada del libro representa la larga marcha hacia la libertad emprendida en la década de los cuarenta (los años más negros de la dictadura franquista)  por hombres y mujeres de las localidades de la Vega Media del Guadalquivir, que culminará en 1976, al inicio de la Transición a la democracia. En esa marcha estuvo muy presente el PCE y su emisora, la Pirenaica, que está representada por la bandera, que recoge su logotipo, y que --a su vez--  manifiesta el carácter pacífico de la lucha antifranquista. Al frente de la marcha tres personas: un hombre mayor, que representa a la vieja generación de antifranquistas; un joven, representante de la nueva generación de luchadores de los sesenta, y una mujer, siempre presente a lo largo del proceso. La escena se completa con la pareja de la Guardia Civil, siempre vigilante y dispuesta a reprimir con dureza, y con el Canal de los Presos  al fondo.

En la contraportada, además de la sinopsis, aparece el dibujo de un cortijo (Los Solares), como símbolo del latifundismo de esta comarca.

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