Los
campos de exterminio no estuvieron sólo en Alemania o en Austria.
También los hubo a pocos kilómetros de Sevilla. Fue el campo de
concentración de Las Arenas (en la fotográfia), en el municipio de La Algaba (Sevilla).
En
septiembre de 1941 las autoridades franquistas sevillanas abrieron el
campo de concentración de Las Arenas de La Algaba para quitar
de en medio e impedir que se vieran los mendigos de Sevilla y su
provincia y a los que habían llegado a la ciudad desde otros lugares
(las otras siete provincias andaluzas, Badajoz, Albacete, Alicante,
Barcelona, Ciudad Real, Las Palmas, Palencia, Pontevedra, Toledo,
Zaragoza y Portugal), en un lamentable estado de salud y
desnutrición, así como a reincidentes. Estuvo situado en el Cortijo
de las Torres, propiedad de Juan Vázquez de Pablo, dos kilómetros
antes de llegar a Torre de la Reina. Funcionó durante los años 1941
y 1942. No sólo eran mendigos, había algo más, pues, como dice
María Victoria Fernández (2007), autora que ha investigado esta
realidad, “hubo presos por sus ideas izquierdistas y otros, a
pesar del interés y la necesidad familiar de contar con ellos y de
tener recomendación de miembros de la Falange, que no pudieron salir
del campo”. El total de reclusos de este especial campo
ascendió a 278. En el primer año de estancia entre sus alambradas
murieron 144 presos entre el mes de septiembre de 1941 y el mes de
agosto de 1942, debido al hacinamiento, pésimas condiciones
higiénicas y la insuficiente alimentación. Pasaron hambre y
padecieron todo tipo de enfermedades: tuberculosis, tifus
exantemático, paludismo, enfermedades del aparato digestivo y
aparato renal, así como meningitis, sífilis y otras. Además,
fueron obligados a trabajar en las obras del Canal del Viar y otras.
Sus cuerpos fueron a parar a la fosa o fosas del cementerio de La
Algaba.
Uno
de los 144 fue José Tirado Carranza, natural y vecino de La Algaba,
que falleció el 23 de julio de 1942, cuando tenía 52 años.
A
finales de 1942 el campo de concentración de Las Arenas de La
Algaba fue cerrado definitivamente, aunque existen dudas de que así
fuera.
(Véase las páginas 127-128 de DE LA CLANDESTINIDAD A LA LIBERTAD CONQUISTADA, 2014)
En
una reciente entrevista (16/01/2015) el ya exdirector general de
Memoria Democrática, Luis
Naranjo,
aseguró que estas
144 personas
exhumadas en
La Algaba
constituyen “delitos
contra
la
humanidad,
por
lo
que
sus
muertes
no
han
prescrito”,
y ha
añadido que
ya se
ha personado
un juez
en el
lugar para
la depuración
de responsabilidades
penales.
Desde
hace tiempo, varias veces desde 2011, se ha pedido y batallado para
que se abra la fosa y se recuperen los cuerpos
-En
octubre de 2014 comenzaron las obras de
excavación para la recuperación de los 144 cuerpos
-Pero
desde el 15 de enero de 2015 las obras se han interrumpido...
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