miércoles, 25 de febrero de 2015

LA VOZ AMIGA QUE LOS ANTIFRANQUISTAS NO OLVIDARÁN NUNCA


En los años cuarenta, debido a la represión franquista y a la acción ideológica directa e indirecta, en todos los ámbitos sociales y culturales posibles, parecía que habían extirpado, por fin, todas las inquietudes culturales e intelectuales de la etapa anterior, todos los deseos de modernidad y progreso. Al menos eso es lo que pretendían y creían... Sin embargo, la ideologización pretendida nunca fue completa. 

Como muestra de esa realidad, en la oscuridad y en el silencio de la noche, se escuchará, con el volumen al mínimo, Radio España Independiente (REI), la Pirenaica, “la voz amiga”, que había empezado a emitir el 22 de julio de 1941 desde Moscú, y que fue puesta en marcha por Dolores Ibárruri, La Pasionaria, al compás de otras emisoras nacionales creadas en la misma ciudad, surgidas como consecuencia del poderío nazi en Europa, al frente de las cuales se situó Palmiro Togliatti. En enero de 1955, siendo su director Ramón Mendezona Roldán, Pedro Aldamiz (1913-2001), se trasladó a Bucaret (Rumanía). La Pirenaica se despidió de sus oyentes el 14 de julio de 1977, emitiendo desde Madrid la sesión inaugural de las Cortes Constituyentes, con estas palabras de su director: "Si nuestra labor ha servido en algo para la reconquista de la democracia, damos por bien empleado el esfuerzo". Fueron 36 largos años...  
Durante el franquismo cientos de trabajadores (comunistas y de otras ideológias) escuchaban clandestinamente la Pirenaica. Esta actividad, nocturna y arriesgada, permitió a muchos, en el campo, en los pueblos y ciudades, enterarse de todo aquello que la dictadura ocultaba y pudieron mantener la esperanza en nuevos tiempos de libertad y democracia. Suponía poder respirar, tomar aire fresco en medio de la atmósfera asfixiante de la dictadura y de todos sus medios de comunicación, y con la Guardia Civil siempre vigilante y dispuesta a intervenir... Fue la compañera indiscutible y necesaria de la lucha antifranquista por excelencia.
Todos las personas entrevistadas, unas 200, de los once municipios de la Vega Media del Guadalquivir, para poder escribir el libro DE LA CLANDESTINIDAD A LA LIBERTAD..., me han hablado de REI, la Pirenaica. Empezaba así sus emisiones: Aquí Radio España Independiente, estación pirenaica, la única emisora española sin censura de Franco.” En el libro recojo sus testimonios y las muchas formas de oírla: cerrando pouertas y ventanas, sacando al patio de la casa o de la choza la antena, usando la dinamo de una bicicleta, etc. Algunos  me han contado que la oían desde que eran pequeños junto a sus padres.
También me ha servido mucho las cartas que los oyentes de esta comarca enviaban a la emisora a través de L'Humanité, en París, y otros canales clandestinos. Están, las que yo he utilizado, en Archivo Histórico del PCE. La REI tenía una sección “El correo de la Pirenaica”, en el que contestaban a las miles de cartas que llegaban hasta ella, más de 15.000 cartas de toda España.
Las cartas, a las que he tenido acceso, informan de aspectos generales, como las bases americanas o el desgobierno, y otros, la mayoría concretos, carestía de los alimentos, jornales y condiciones de trabajo, problemas de las viviendas, del campo, las riadas y sus consecuencias y algunas actividades obreras y/o antifranquista (huelgas, llamamientos y realización del 1º de Mayo, reivindicaciones laborales, etc).
 Imágenes: La Pirenaica (Fotomontaje realizado por José Renau de un dibujo por la Paz de Picasso) e Instalaciones de Radio España Independiente en Bucaret.
 En DE LA CLANDESTINIDAD A LA LIBERTAD CONQUISTADA, pp. 140-141; 239, y otras a lo largo del mismo.
Se puede ver página dedicada a esta emisora:
 

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