La lucha
clandestina por las libertades democráticas durante el franquismo,
de la que he presentado en la entrada anterior un resumen, no se
circunscribió sólo a las grandes ciudades, como se ha podido
comprobar, sino que estuvo presente en el mundo rural. Este
protagonismo olvidado de los trabajadores del campo, eventuales
(jornaleros) en su mayoría, es reivindicado y ampliamente
documentado con muchos detalles y nombres y apellidos en mi libro DE LA CLANDESTINIDAD A LA
LIBERTAD CONQUISTADA. Antifranquismo y lucha obrera en la Vega Media
del Guadalquivir (1939-1976),
editado por Círculo Rojo.
Considero una inmensa laguna el olvido del mundo rural de
la lucha contra la dictadura, el de unos hombres y unas mujeres, "que
se hicieron cultos con su compromiso político por la democracia, que
leyeron, estudiaron, aprendieron a debatir, a dialogar y actuar con
equilibrio y moderación".
El conocimiento de la comarca sevillana de la Vega
Media del Guadalquivir, también conocida como la del Canal de los
Presos —obra hidráulica de 150 kilómetros realizada por presos
políticos con trabajos forzados—, que es mi comarca, me ha ayudado a enfocar a ras de
tierra la evolución de la oposición a la dictadura, década a
década y pueblo por pueblo, desde el fin de la Guerra Civil hasta
1976 tras la muerte de Franco. Cuatro años de intenso trabajo con
más de doscientas entrevistas y numerosas consultas a archivos han
dado como resultado un retrato pormenorizado de
la dura vida de los jornaleros y jornaleras de los pueblos de esta comarca
sevillana.
![]() |
Villaverderos y villaverderas cogiendo algodón |
Los
obreros del campo de esta tierra de latifundistas (activos cola- boradores de los golpistas), que ha- bían estado organizados en partidos y sindicatos, pagaron un alto tributo de muerte y
cárcel en la represión franquista, cuyo balance es más de 400
muertos a partir de 1936 y 313 presos políticos en los años de la posguerra, en su
mayoría trabajadores del campo, sin que esas cifras incluyan las
incontables detenciones y penas de cárcel durante toda de la
dictadura. Los últimos presos políticos de esta comarca
salieron de la cárcel quince días después de la muerte de Franco.
Fue precisamente la cárcel el germen de donde surgió el movimiento
de oposición al nuevo régimen, de donde salieron
ideológicamente reforzados y comprometidos aquellos que se
sobrepusieron al miedo en los años 40, a quienes hay que reconocer
su valentía y su dignidad.
Muchos
de aquellos luchadores empezaron en los años 40 y terminaron en los
80 su vida política.
Hicieron la travesía completa, desde
la noche más oscura
del franquismo hasta la conquista definitiva de la libertad y
la democracia, con gran altura y honradez y una vida marcada por la
lucha pacífica y clandestina. Fue el Partido Comunista de España
(PCE), convertido en el partido del antifranquismo, el único
partido que los acompañó en la lucha contra la dictadura, encauzando su
rebeldía, surgida por las nefastas condiciones de vida y trabajo, y
ayudándoles a adquirir una fuerte conciencia política que les
mantuvo activos en la acción. Mundo Obrero fue el periódico y la Pirenaica, la emisora, de todos los militantes antifranquistas.
Es nuestra obligación reconocer y homenajear su valentía y su dignidad
SON PARA TODOS UN EJEMPLO
SON PARA TODOS UN EJEMPLO
No hay comentarios:
Publicar un comentario