lunes, 27 de abril de 2015

LA UTILIZACION DE MANO DE OBRA ESCLAVA EN LA CONSTRUCCIÓN DEL CANAL DEL VIAR



Por el norte de la comarca de la Vega Media circula el Canal del Viar. Nace en la Presa de Derivación del Embalse del Pintado, construida en el río Viar, junto a la desembocadura del arroyo Tamujar, recorriendo en dirección norte-sur sus primeros 28 km., casi en paralelo a su río madre, y bordeando la zona montañosa que lo limita a su derecha. Es en el municipio de Cantillana, al rodear el cerro del Comendador, donde estuvo el Sanatorio Vida, construido por Pedro Vallina, cuando comienza su singladura zigzagueante hacia el oeste o sur-oeste, según los tramos, para morir en el río Rivera de Huelva, después de haber atravesado los municipios de Villaverde del Río y Burguillos y pasar cerca San Ignacio del Viar (municipio de Alcalá del Río) y Torre de la Reina (Guillena). Son 84 los kilómetros que recorre, a los que hay que añadir una red de acequias de 150 km. Su construcción comenzó en 1932, con la II República, por iniciativa estatal, empleando a obreros de la comarca y otros que llegaron de Extremadura y Córdoba. Las obras quedaron suspendidas al comenzar la Guerra Civil. 
 
Las obras se reanudaron en noviembre de 1937, cuando los militares decidieron aprovechar la mano de obra de los presos políticos, dentro de la política de “redención de pena por trabajo”, que es lo que llamamos mano de obra esclava. En plena guerra ya estaban pagando a los terratenientes su alianza con los militares sublevados. Participaron en esta temprana utilización del sistema de redención los 250 presos del campo de concentración ubicado en el cortijo El Caballero. En 1938, cuando agotaron la consignación de la que disponía la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, paralizaron las obras. Posteriormente, en 1939 continuaron su construcción Batallones de Trabajadores pertenecientes al SCPM y los presos del campo de concentración de Las Arenas (La Algaba), “donde muchos murieron, como en otros campos, por el hambre y el maltrato”, según José Barajas, que estuvo en él.1 En este último campo, que bien lo era de exterminio, muriendo de hambre, maltrato y enfermedades 144 hombres, que fueron enterrados en el cementerio de La Algaba. Todos ellos murieron entre el mes de septiembre de 1941, cuando fue abierto, y el mes de agosto de 1942. El total de reclusos de este especial campo ascendió a 278. 
Instalaciones campo de concentración de Las Arenas
 Todo ese trabajo permitió que en 1943 estuviese prácticamente acabado el canal principal. En febrero de 1946 el Ministro de Obras Públicas, señor Fernández Ladreda, militar y exdiputado de la CEDA en 1933, visitó las obras. En ese momento, además de los 70 km del canal ya construidos, estaban en construcción otros 17, según datos de la prensa sevillana. Las obras costaron al Estado, para beneficio de los grandes terratenientes, 123,4 millones, de los que 80 corresponden a los convenios firmados entre la CHG y el SCPM, con los que se terminó el Canal principal, hicieron los desagües, caminos y la red de acequias.2 La zona regable fue declarada de “Alto Interés Nacional” por el Decreto de 14 de mayo de 1948, y el Plan Coordinado de Obras, en 1950, fue desarrollado por el INC y la CHG. Entró en funcionamiento en 1953. Sus aguas riegan actualmente unas 12.000 hectáreas (todas en la margen derecha del Guadalquivir) de los términos municipales de Cantillana, Villaverde del Río, Brenes, Alcalá del Río, Burguillos, Guillena y La Algaba. Cuatro poblados de colonización fueron construidos en esta Zona Regable del Viar (conjunto de tierras regadas por este canal) en los años cincuenta: Torre de la Reina, San Ignacio del Viar, Esquivel y El Viar.
Para asegurar el abastecimiento del agua necesaria para el riego, el Estado construyó, entre 1943 y 1951, el Pantano del Pintado en el río Viar, con una presa de 81 metros de altura sobre el cauce del río,una longitud de 406 y una capacidad de 213 Hm3, en una superficie de 1.050 ha. El agua embalsada se utiliza fundamentalmente para riego a través del Canal del Viar, para generación de electricidad en la Central Eléctrica de La Ganchosa, y, ocasionalmente, para abastecimiento de las poblaciones. Las obras fueron realizadas por Agromán S.A., que empleó a presos y expresos políticos en ellas, algunos de ellos eran de Alcalá del Río. Los obreros casados tuvieron que construir sus chozos (con ladrillos, uralitas y maderas), cerca de la presa, para ellos y sus familias; los solteros fueron alojados en barracones, que carecían de luz eléctrica; los ingenieros y el personal de la empresa vivió en las casas del campamento o poblado, donde había escuelas, iglesia, economato y otros servicios. Hubo casos de muertes por tifus, tuberculosis, bronconeumonía, asistolia, meningitis o difteria y otras enfermedades, pero casi nadie se libró del paludismo, al ser zona propicia a esta enfermedad. La combatieron a base de quinina y la paciente labor de los médicos, doctores Sarabia y Osuna, hasta que en 1948 –un poco tarde– la empresa tomó la decisión de desinfectar viviendas y locales con DDT.

Este trabajo está relacionado con otros ya publicados en este blog:

-RECUPERARON EL PODER Y RECIBIERON EL CIENTO POR UNO AQUÍ, EN LA TIERRA...
-LA VEGA MEDIA DEL GUADALQUIVIR CONTÓ CON 313 PRESOS POLÍTICOS
-LOS OBLIGARON A TRABAJAR, VIVIERON EN PÉSIMAS CONDICIONES Y A LOS MATARON DE HAMBRE...

Y con el libro DE LA CLANDESTINIDAD A LA LIBERTAD CONQUISTADA, pp. 24-25, 38, 98 y 158-159.
1. El País, 25.09.2011, Andalucía, p. 5. Artículo de Raúl Limón sobre José Barajas Galeano: “No guardo rencor, pero que se sepa qué pasó”.
2. ACOSTA BONO, G, y et al., (2004), p, 166-167. En estas páginas están detalladas las obras y el importe de cada una de ellas.

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