Ya
en las cárceles de Franco, muchos presos políticos continuaron
organizados en sus respectivas organizaciones políticas o
sindicales, realizando, entre otras, tareas de resistencia, de apoyo
mutuo y de información y propaganda, con carácter clandestino.
Todo ello para para superar las adversidades y mantener la moral
frente a la brutalidad de la dictadura.
Algunos,
cuando salieron en libertad condicional, se dedicaron a reunirse con
otros en sus pueblos, creando los primeros núcleos
antifranquistas, de carácter comunista. Como digo en mi libro:
“Volvían a reunirse, aunque -eso sí- en
total clandestinidad... (pues)
aunque el miedo,
producido por la brutal y despiadada represión en todas sus formas
posibles, helaba las
entrañas y congelaba las ideas, siembre hubo hombres que supieron
vencerlo, se sobrepusieron y convivieron
con él y no dejaron que los paralizara”.
Era el
renacer de la esperanza obrera,
aunque tuviese
un carácter muy minoritario, que poco
a poco irán creciendo y extendiéndose, a pesar de la
clandestinidad, la represión y la vigilancia de la Guardia Civil y
autoridades locales. Esos
hombres y mujeres, que formaron la
vieja generación (se
incorporaron a la lucha
antifranquista en
los años cuarenta y cincuenta),
tienen en el libro su microbiografía,
un pequeño relato sobre su vida y su actividad clandestina.
Vega Media del Guadalquivir, de La Algaba a Tocina |
En
Alcalá del Río comienza a organizarse la lucha
antifranquista, aunque muy tímidamente, con la llegada a la
localidad de Isidoro Alonso Vázquez (natural de Almadén de la Plata)
a mediados de los años cuarenta, y de Cayetano Roca Mirete en 1948,
procedente de Almoradí (Alicante), su pueblo natal, al conseguir la
libertad condicional con destierro. Ambos conocieron a Francisco Ruiz
López, que era natural de Utrera, aunque vecino de Alcalá del Río
desde antes de la guerra, y en libertad condicional desde 1943. Los
tres formaron la primera organización comunista de la posguerra de
Alcalá del Río.
En Brenes,
fue Manuel Algaba Alfonseca quien comenzó a aglutinar a otros
breneros dispuestos a la lucha contra el franquismo, integrados
en el PCE.
Manuel había nacido en julio de 1914 en Lepe, aunque era vecino de
Brenes desde 1932. Fue
condenado a un total de 15 años. En 1943, con 29 años de edad,
obtuvo la libertad condicional, después de pasar por las prisiones
de tres provincias (León, Cádiz y Sevilla). Con Manuel Algaba
colaboró en la lucha antifranquista Antonio Márquez Navarro, que
había pertenecido a la CNT durante la II República y que estuvo
en las cárceles de Sevilla, Ceuta
y
Toledo;
Manuel Gálvez Millán, último Alcalde republicano de Brenes, que
fue
condenado
a muerte, pero le conmutaron la pena por reclusión perpetua (30
años);
José Algaba Oliver, hermano de Juan Algaba Oliver,
que fue presidente de Izquierda Republicana en 1935 y concejal en
1936; Antonio Martínez Marcos, natural
de Peñarrubia
(Málaga), Francisco Noa Márquez, Emilio
y Ramón Algaba Alfonseca,
Manuel Medina Rivera, ferroviario (afiliado a CNT en los tiempos
republicanos), y José Gaona Sánchez.
En
Cantillana la actividad política contraria al régimen
dictatorial de Franco comenzará a organizarse gracias al trabajo del
cantillanero Manuel Ortiz Sánchez, sargento de la Guardia de Asalto
(47ª Compañía) durante la República, con destino en Barcelona. Al
terminar la guerra fue detenido y juzgado en Consejo de Guerra en
mayo de 1941, siendo condenado a la pena de reclusión perpetua. Tras
pasar por diversas cárceles de varias provincias (Barcelona,
Albacete, Cádiz, Huesca y Sevilla), terminó en las
obras del Canal de los Presos. Cuando en 1944 le concedieron la
libertad condicional, volvió a Cantillana con su familia. Pronto
comienza a reunirse con otros cantillaneros que habían estado en la
cárcel sevillana, formando el primer núcleo comunista de la
posguerra en Cantillana, compuesto por Manuel Ortiz, Manuel y Julián
Esteban Reina, Pablo Rodríguez Burgos, Miguel Rodríguez
Reina, Lorenzo Lozano Espinosa, Manuel Rodríguez Machuca,
Manuel Castaño y El Calero. Posteriormente se incorporará al
grupo José Marroco Carrero, que estuvo en la prisión de Alcalá de Henares.
En
el término de Cantillana, en torno a El Cerrao de
Miura, va a surgir otro núcleo del PCE, al establecerse allí,
hacia 1947, Rafael Hernández Jiménez, conocido por José
Hernández, que había nacido en Tabernas (Almería). Después
de la guerra había sido condenado a 15 años de reclusión.
En
La Algaba no hay indicios claros de actividad clandestina en
los años cuarenta, pero cabe destacar a Juan Antonio Carbonell
Tristán, militante de la CNT, que fue detenido el 16 de abril de
1948, por la Guardia Civil, junto con Juan Domínguez Herrera, de 39
años, y Manuel García Domínguez, de 35 años, ambos trabajadores
del campo y habían pertenecido a la CNT. Los tres fueron vilmente
torturados y puestos en libertad a los tres meses de la detención.
El motivo de las detenciones fue una supuesta tirada de propaganda
(octavillas firmadas por el PCE) en La Algaba el 14 de abril de 1948.
Juan Antonio sufría -con esta- la tercera detención en los años
cuarenta.
Continuará...
Para una información más completa, véase DE LA CLANDESTINIDAD A LA LIBERTAD CONQUISTADA.Antifranquismo y lucha obrera en la Vega Media del Guadalquivir, pp. 13, 17, 169-187.
Hola Ramón, sos familiar del guarda Barragan? Mi padre tiene buenos recuerdos de él. Te agradezco por compartir estas publicaciones
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