El secuestro de Luis Taviel de Andrade y Cavaleiri en Fuente Luenga y sus consecuencias para la familia cantillanera de los Valverde.
Introducción
La
lucha armada contra el franquismo se desarrolló en las sierras de
los territorios ocupados casi desde el inicio de la Guerra Civil,
siendo protagonizada por los huidos (los que se echaron al monte)
de los pueblos, pero que, por diversas circunstancias, no pasaron
a la zona republicana. Ante la inseguridad que creaba la brutal y
despiadada represión militar-fascista, así como las nuevas
condiciones sociales y políticas impuestas por los militares
sublevados y sus allegados, son muchas las personas que deciden huir
de sus pueblos, pasando a convertirse en lo que llamarían
huidos, fugitivos o forajidos.
(Fugitivos o huidos era la denominación usada por los franquistas para
referirse a los maquis, los guerrilleros antifascistas, hasta
1945, después de ese año serán para la Dictadura bandidos o
bandoleros..)
.Estas personas, en un principio, se escondieron en sus casas o casas
de familiares, pero poco a poco optaron por buscar refugio en las
montañas y formar partidas (grupos
más o menos organizados de guerrilleros antifranquistas, que también
llamamos el maquis
español). Estos primeros
huidos, a los que se fueron añadiendo desertores y evadidos de
penales y campos de concentración, formaron el germen de las
posteriores agrupaciones guerrilleras de la década de los cuarenta.
En las partidas de guerrilleros había presencia importante de
comunistas, socialistas y anarquistas. Tuvieron desde el principio un
carácter plural, unitario.
Desde
1936 operaron en Sierra Morena y otros lugares de Andalucía, muy
especialmente desde Sierra Pata de Caballo, creándole serios
problemas al ejército sublevado y a la Guardia Civil.
Terminada
la guerra, la acción guerrillera continuará, viéndose abocada a
realizar actos de sabotaje, secuestros, atracos o asaltos para
subsistir en la sierra, dado el entorno cada vez más hostil en el
que vivían, tras años de infatigable represión por parte de Franco
y sus secuaces, que no había aminorado, sino aumentado al finalizar
la guerra y con una Alemania hitleriana vencedora en los campos de
batalla europeos, que el dictador apoyaba decididamente en esos
momentos. En este contexto se inscriben las acciones llevadas a cabo
en 1941 en algunos municipios de la Vega Vega, en la que se vieron involucrados algunos vecinos de esos municipios.
Cerca
de Cantillana, en Fuente Luenga, se produjo en 1941el
secuestro de Luis Taviel de Andrade y Cavaleiri, de 39 años,
soltero, vecino de Sevilla e hijo de Luis Taviel de Andrade,
terrateniente forastero de Cantillana. Como colaboradores de la
partida que lo secuestró, acusaron y condenaron a varios
cantillaneros: Manuel Valverde Macías, José Valverde Romero y José
Virola Valverde. Los dos primeros, hermanos de padre, y el tercero,
sobrino de ellos. Hemos de tener presente que un hermano de los
anteriores, Antonio Valverde Romero, se había exiliado al terminar
la guerra, viviendo primero en Francia y después en Argentina.
Volvió a Cantillana en 1980.
Cantillana |
Según
el sumario de la causa 1431/41 (ATMTS-SE, Legajo 1547-823), el día
21 de octubre de 1941 Luis Taviel, acompañado de su cuñado Sixto
Marín Cano, fue a la finca Fuente Luenga a cazar. Llegados al
lugar, un grupo de guerrilleros antifascistas, que operaba en la
Sierra Norte de Sevilla, los sorprendió y le exigió a Luis Taviel
la entrega de 100.000 ptas. por su libertad. Sixto fue el encargado
de buscar el dinero y llevarlo al lugar de los hechos el día 22,
quedando el secuestrado en libertad.
Días
después detuvieron a Antonio Caballero Sarabia, el Niño, de
20 años de edad, natural de Berlanga (Badajoz), pues, según se
desprende del informe de la Guardia Civil, no huyó, sino que se
quedó cerca del lugar del secuestro. “Fue sorprendido subido en
una de las encinas y al tratar de huir se le hizo un disparo,
hiriéndole en el pie izquierdo, imposibilitándolo para la huida”,
según el relato de la Guardia Civil. Le encontraron, continúa el
informe, 8.000 ptas. y “una canana de lona y cuero, en mal estado,
con veinte cartuchos cargados con bala”. La escopeta la encontraron
(supuestamente) en la choza de un primo suyo, en la que se estaba
quedando. En su declaración del 3 de noviembre manifiesta que iba en
compañía de Margallo, Patillas y El Chato, a
los que se unió el Malito, que desapareció antes del
secuestro, y admite que se había escapado de la cárcel de Badajoz
cinco meses antes.
La partida de El Chato |
Poco
después, detuvieron también a Antonio López Hidalgo, Malito,
de 56 años, natural de El Pedroso (Sevilla), acusado de colaborador,
y a más de 30 personas, entre ellos a los hermanos Valverde y al
sobrino de ambos, José Virola, acusados de colaboración, en los
primeros días de noviembre. En total 34 personas, 28 hombres y 6
mujeres.
Del
sumario se desprende que cuando los hermanos Valverde, apodados los
Aguadores por la Guardia Civil (su familia no reconoce este
apodo), estaban haciendo carbón en la finca de Montegil
llegaron a su choza los cuatro miembros del grupo que estaban
planeando el secuestro. Los albergaron durante unos días y le
suministraron alimentos, ropa y mantas, que compraron en Cantillana
con 500 ptas. que les dieron. José Virola, sobrino de los dos
Valverde, fue el encargado,según la Guardia Civil, de llevarlo a
Montegil.
El
Consejo de Guerra se celebró el 3 de junio de 1942, siendo
definitivas las sentencias el 25 de junio de 1942, las cuales
supusieron para las 34 personas juzgadas las siguientes condenas:
1 condenado a seis penas de muerte, más 20.000 ptas.
1 condenado a una pena de muerte.
10
condenados a 30 años de prisión.
2 condenados a 20 años.
13
condenados a 12 años.
1 condenado a 10 años.
2 condenados a 6 años y un día.
3 condenados a 6 meses.
Todos, también, a una multa de 5.433,79 ptas.
1
persona fue absuelta.
Los
condenados a muerte fueron Antonio Caballero Sarabia y Antonio López
Hidalgo, que fueron ejecutados el 27 de junio de 1942 en Constantina.
Entre
los condenados a 30 años estaban los cantillaneros José Valverde
Romero y Manuel Valverde Macías; José Virola Valverde lo fue a 10
años de prisión.
José
Valverde, según datos del sumario, pasó de la Prisión
Provincial de Sevilla (La Ranilla) a la Prisión Procincial de
Valencia (San Miguel de los Reyes), donde estuvo hasta que el 18 de
diciembre de 1947 fue trasladado a la Prisión del Puerto de Santa
María. En 1954 le conmutaron la pena de 30 años por otra de 15.
Slió en libertad en 15 de enero de 1955.
En cambio, Manuel Valverde no volvió más a Cantillana. Falleció en La Ranilla a las 18 horas del 5 de mayo de 1943 “a consecuencia de ictus apopléptico", según consta en su expediente carcelario. Para su mujer, Aurora Romero Quintana, y para toda su familia su muerte fue la consecuencia de las torturas sufridas.
Por último, José Virola Valverde estuvo en la Prisión Provincial cinco años y, después de hacer el servicio militar, terminó de cumplir la pena impuesta.
En cambio, Manuel Valverde no volvió más a Cantillana. Falleció en La Ranilla a las 18 horas del 5 de mayo de 1943 “a consecuencia de ictus apopléptico", según consta en su expediente carcelario. Para su mujer, Aurora Romero Quintana, y para toda su familia su muerte fue la consecuencia de las torturas sufridas.
Por último, José Virola Valverde estuvo en la Prisión Provincial cinco años y, después de hacer el servicio militar, terminó de cumplir la pena impuesta.
(DE LA CLANDESTINIDAD A LA LIBERTAD CONQUISTA, pp. 188-196)
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