TERCERA PARTE
MUERTOS EN
PRISIÓN, EJECUCIONES Y OTRAS
MUERTES VIOLENTAS
1.-
Muertos
en
prisión
-Pedro García
Flores,
24
años,
campo,
casado,
falleció
en
Prisión
Provincial
de
Sevilla
el
26.04.1941,
en
prisión
desde
octubre
de
1940
y
enfermo
desde
febrero
de
1941.
-Manuel Romero
Cruz, 43
años,
campo,
casado,
en
libertad
provisional
el
14.03.1941.
falleció
en
su
casa
a
los
cuatro
día
de
salir
de
la
Prisión
Provincual
de
Sevilla,
el
día
18
de
marzo
de
1941.
Había
ingresado
en
dicha
prisión
el
22
de
abril
de
1939.
-Rafael Vázquez
Moreno, falleció
en
la
Prisión
Provincial
de
Huelva
el
1.08.1941.
2.-
Ejecutados
o
fallecidos
por
causa
de
la
Guardia
Civil
-Ignacio Sánchez Armellones,
natural
de
Sierra
de
Yeguas
(Málaga),
vecino
de
La
Algaba,
de
43
años
de
edad,
casado
y
con
tres
hijos,
ingresó
en
la
Prisión
Provincial
de
Sevilla
(PPSE),
La
Ranilla,
el
23
de
mayo
de
1939
y
fue
juzgado
en
Consejo
de
Guerra
Sumarísimo
el
27
de
junio,
siendo
condenado
a
la
pena
capital.
Fue
ejecutado
el
27
de
noviembre
en
Sevilla.
-Manuel Iglesias Torres,
de
La
Algaba,
falleció
en
Benacazón
(Sevilla) el
9
de
mayo
de
1942
a
consecuencias
de
la
paliza
que
le
dio
la
Guardia
Civil.
3.-
Un
campo
de
concentración
para
ocultarlos
y
matarlos
de
hambre
Para
quitar
de
en
medio
e
impedir
que
se
vieran
los
mendigos
de
Sevilla
y
su
provincia
y
a
los
que
habían
llegado
a
la
ciudad
desde
otros
lugares
(las
otras
siete
provincias
andauzas,
Badajoz,
Albacete,
Alicante,
Barcelona,
Ciudad
Real,
Las
Palmas,
Palencia,
Pontevedra,
Toledo,
Zaragoza
y
Portugal),
en
un
lamentable
estado
de
salud
y
desnutrición,
abrieron
el
campo
de
concentración
de
Las
Arenas
de
La
Algaba,
situado
en
el
Cortijo
de
las
Torres,
propiedad
de
Juan
Vázquez
de
Pablo,
dos
kilómetros
antes
de
llegar
a
Torre
de
la
Reina.
Funcionó
durante
los
años
1941
y
1942.
No
sólo
eran
mendigos,
había
algo
más,
pues,
como
dice
María
Victoria
Fernández,
autora
que
ha
investigado
esta
realidad,
“hubo
presos
por
sus
ideas
izquierdistas
y
otros,
a
pesar
del
interés
y
la
necesidad
familiar
de
contar
con
ellos
y
de
tener
recomendación
de
miembros
de
la
Falange,
no
pudieron
salir
del
campo”.
El
total
de
reclusos
de
este
especial
campo
asciende
a
278.
En
el
primer
año
de
estancia
entre
sus
alambradas
murieron
144
presos
entre
el
mes
de
septiembre
de
1941,
cuando
fue
abierto,
y
el
mes
de
agosto
de
1942,
debido
al
hacinamiento,
pésimas
condiciones
higiénicas
y
la
insuficiente
alimentación.
Pasaron
hambre
y
padecieron
todo
tipo
de
enfermedades:
tuberculosis,
tifus
exantemático,
paudismo,
enfermedades
del
aparato
digestivo
y
aparato
renal,
así
como
meningitis,
sífilis
y
otras.
Y
los
sometieron
a
trabajos
forzosos
(trabajo
esclavo)
en
la
construcción
del
Canal
del
Viar.
Uno
de
ellos
fue
José
Tirado
Carranza,
natural
y
vecino
de
La
Algaba,
que
falleció
el
23
de
julio
de
1942,
cuando
tenía
52
años.
Algunas
algabeñas,
entonces
menores
de
edad,
que
los
domingos
acompañaban
a
estas
personas
en
la
misa
obligatoria,
recuerdan
que
sus
cuerpos
esqueléticos
apenas
podían
mantenerse
de
pie.
A
finales
de
1942
el
campo
de
concentración
de
Las
Arenas
de
La
Algaba
fue
cerrado
definitivamente,
aunque
algunos historiadores mantienen
que
“perviviría
hasta
la
década
de
los
cincuenta”
y
que
sus
internos
realizaron
también
obras
en
los
poblados
de
colonización
de
la
Zona
Regable
del
Viar.
Del libro DE LA CLANDESTINIDAD A LA LIBERTAD CONQUISTADA. Antifranquismo y lucha obrera en la Vega Media del Guadalquivir, 1939-1976. Círculo Rojo, 2014
Del libro DE LA CLANDESTINIDAD A LA LIBERTAD CONQUISTADA. Antifranquismo y lucha obrera en la Vega Media del Guadalquivir, 1939-1976. Círculo Rojo, 2014
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