La actividad antifranquista en la emigración
1 En Cataluña
Francisco Guerrero Granado, natural Láchar (Granada), vecino de Alcalá del Río, con domicilio en Finca La Atalaya, de 21 años, soltero, agricultor, fue detenido en Barcelona del 21 de noviembre de 1968. Estuvo en prisión hasta el 4 de diciembre junto otros dos trabajadores. Trabajaban en la fábrica JORESA de Sardanyola, donde formaban parte de CC.OO. El juicio se celebró el 14 de enero de 1970, siendo condenado por el TOP, al igual que los otros dos, a 1 año, 6 meses y 1 día de arresto menor por el delito de asocia-ción ilícita.
En 1970 se establece en San Juan Despí Barcelona, Antonio Barragán Rodríguez, natural de Cantillana. Allí continuó organizado en el PSUC y en CC.OO., participando en la lucha obrera y antifranquista.
También en 1970, el 2 de octubre, llegó a Barcelona José Manuel Romero Sánchez, hijo de José Romero Quintana. Su salida de Cantillana se debe considerar como un destierro encubierto, obligado por la Guardia Civil a raíz de la detención de su padre. Se estableció en el barrio obrero de Verdún (Distrito de Nou Barris) y trabajó en un puesto del Mercado Municipal. Desde que llegó se incorporó a las luchas vecinales y obreras. En 1971, año en el que se llevó a su hermano Victoriano, se integró en el PSUC en su barrio y en CC.OO.. En septiembre de 1973, varios meses después de la muerte de su padre, toda la familia, que aún quedaba en Cantillana: madre, abuela y sus dos hermanos menores, se reunió en Barcelona. En 1975 se trasladaron a San Andrés de la Barca (Bajo Llobregat). Allí colaboró en organizar la primera célula del PSUC y en 1979 sería concejal de su Ayuntamieo. José Manuel fue también Secretario General de CC.OO. de la Zona Norte del Bajo Llobregat. En la Navidad de 1986 falleció Teresa Sánchez Salguero, su madre. Teresa sufrió mucho antes de irse a Cataluña. Vivió la incomprensión y el vacío de muchos cantillaneros y cantillaneras y recibió amenazas parte de algunas autoridades. Teresa merece nuestro respeto y reconocimiento como una víctima más del franquismo y del ambiente represivo creado por el régimen. Así debemos recordarla.
Valentín García San Eufrasio, natural de La Rinconada, vecino de Terrassa, de 20 años,de profesión yesero, fue detenido junto a otros trabajadores el 23 de septiembre de 1972 y puesto en libertad cinco días después. Les acusaron de formar una célula de los jóvenes del PSUC y de que pagaban 50 ptas., así como de recibir Mundo Obrero y Nuevos Hori-zontes. El 23 de mayo de 1975 fue condenado por el TOP a 2 meses de arresto mayor por ser menor de edad por un delito de asociación ilícita.
José Pérez Ocaña (Cantillana, 1947) emigró a Barcelona en 1971. Se propuso salir del asfixiante y repre-sivo ambiente cultural-religioso de su pueblo, aunque la esencia (la fra-gancia, como él diría) de Cantillana siempre vivirá en él hasta su muerte. Ocaña, como será siempre conocido, no pudo recibir la formación necesaria que sus inquietudes artís-ticas requerían: su familia no podía. Trabajó encalando paredes, junto a su tío Juan Pata-can, donde para subsistir seguirá ejerciendo allí el oficio de pintor de brocha gorda y vi-virá humildemente en una buhardilla de la Plaza Real. Allí, sin ocultar su condición sexual, surgirá el artista que llevaba dentro. Se convirtió en pintor naif, con una crea-tividad basada en imágenes que forman parte la tradición y costumbres cantillaneras: vír-genes, altares, ángeles, monaguillos, flores o mantones, o sea, sus fetiches, con un esti-lo inconfundible, pero cultivando también el retrato y el paisaje. Por las Ramblas paseó, travestido, su forma de entender la vida y el arte sin ningún tapujo, de forma transgresora y ácrata, a plena luz del día.“Transformó las Ramblas en un espacio maravilloso de libertad”, recuerdan sus amigos. Siempre tuvo a mano un bombín o una peineta y unos mantones, por si hacía falta. Fue protagonista de los cambios culturales que se vivían en Barcelona en los años finales del franquismo, y como militante homosexual luchó por defender esta condición en unos momentos nada fáciles, cuando imperaba aún la represión franquista. Protagonizó la película Ocaña, retrato intermitente dirigida por Ventura Pons, que será exhibida en el Festival de Cine de Cannes, donde se paseó con mantón y peineta. Sus cuadros se expondrán en Santander, Zaragoza, San Sebastián o Palma de Mallorca. Él nunca se desvinculó de su pueblo. Falleció en Sevilla, en septiembre de 1983, de un fallo hepático cuando se reponía de las quemaduras que había sufrido en Cantillana al incendiarse el disfraz de sol, con papel, tela y bengalas, que lucía en las Fiestas de la Juventud cantillanera, a las que asistía cada año.
En 1985 sus obras se expusieron en el Museo Español de Arte Contemporáneo de Madrid. Su popularidad y recuerdo perdura como pintor y actor, como artista polifacético, novedoso y trasgresor, precursor de la performance, combinando diferentes formas de expresión artística con espontaneidad, que tanto prodigó en las Ramblas barcelonesas.
2 En países europeos
Los militantes comunistas de la Vega Media sevillana que tuvieron que emigrar se implicaron en la lucha antifranquista en el exterior, manteniendo la solidaridad con sus pueblos y con la lucha por la libertad en España. Algunos iniciaron su militancia política y/o sindical en el país donde emigraron.
Alemania y Francia fueron sus destinos principales, y en esos dos países continuaron las actividades antifranquistas organizadas por el PCE, cuya coordinación realizó la Comisión de Francia, con sede el París, a pesar de las limitaciones que ambos países imponían a la acción política de los inmigrantes. Salir de España era salir de la clandes-tinidad asfixiante del franquismo, pero llegar a Alemania o a Francia no era llegar al paraíso de la libertad soñada. La actividad política les estaban prohibidas, al igual que pertenecer a cualquier partido político, y los gobiernos franquistas no dejaron de presionar (amenazas incluidas) a los gobiernos de esos países y de todos los que recibieron mano de obra española para que impidieran las actividades antiespañolas, como ellos las llamaban. Sí podían sindicarse libremente, aunque no tuvieron plenos derechos sindicales hasta 1972, y pertenecer a asociaciones culturales o de otro tipo, siempre que mantu-viesen, en un principio, un carácter apolítico.
En Alemania Occidental (RFA), donde imperaba un fuerte anticomunismo compartido por los tres principales partidos, el Partido Comunista de Alemania (KPD) había sido ilegalizado en 1956 por decisión judicial, por lo que el PCE tuvo poco apoyo. Por esas razones, mantuvo estrechas relaciones con la Alemania Oriental (RDA), convirtiéndola en su retaguardia organizativa, con sede en Berlín, hasta 1968. Tampoco dieron muchos frutos los contactos con el Partido Comunista Alemán, que surge ese mismo año. Para col-mo, esta cooperación le causó graves problemas en la RFA. Los comunistas españoles siempre fueron vistos con recelo por las autoridades alemanes, y en algunos casos sufrie-ron seguimientos, persecución y represión gubernamental, con detenciones y alguna ex-pulsión de su territorio.
Las dificultades en suelo alemán fueron compensadas por el PCE con una militancia activa y disciplinada y a una eficaz estrategia: la política de infiltración de todas las estructuras útiles, formulación de la propaganda del partido en términos amplios, apelación a estrategias unitarias y, sobre todo, la disciplina y pericia organizativa de sus militantes.
En Francia, el PCE había sido ilegalizado en 1950, por lo que sus dirigentes y militantes tuvieron que recurrir a la clandestinidad o semiclandestinidad, pero contaron en todo momento con el apoyo y la ayuda del PCF, de la CGT y de una parte importante de los exiliados en 1939, afiliados también a las citadas organizaciones, lo que les permitió una mayor movilidad dentro de los márgenes legales. También en este país el activismo de izquierdas dentro del ámbito asociativo de la emigración recayó sobre el Partido Comu-nista con la creación de asociaciones o la presencia activa en otras.
Alemania
En 1962, José Algaba Alfonseca, de Brenes, marchó a Düsseldorf, capital del estado federal de Renania del Norte-Westfalia. Desde que llegó, se integró en la organización ale-mana del PCE. “Participaba en el PCE de allí para la solidaridad con los españoles, re-caudando dinero para la lucha, y haciendo manifestaciones contra la dictadura. Nadie denunció nunca nada en el Consulado, ni el Consulado nos denunció nunca”.
En Düsseldorf estaba uno de los comités de zona que coordinaban la acción de los comités locales y comarcales más cercanos y existió un Centro Obrero Español ubicado en locales de la Federación Alemana de Sindicatos (DGB), como contribución a las actividades antifranquistas, en el que participaban militantes de UGT y del PCE. En 1970 los comunistas crearon una Comisión de Solidaridad con CC.OO., al igual que en otras muchas ciudades alemanas. Todos los 1º de Mayo los trabajadores españoles más cons-cientes se manifestaban junto a los alemanes, portando –en muchos casos– banderas repu-blicanas y banderas rojas y coreando lemas contra la dictadura franquista, que la Emba-jada y consulados españoles denunciaban a las autoridades alemanes al ser considerados “actos hostiles antiespañoles.” Además, todas las movilizaciones obreras de gran reper-cusión en España y los actos de represión de la dictadura tuvieron su contestación por parte de los emigrantes de las principales ciudades alemanas, contando casi siempre con el apoyo de la DGB y en algunas ocasiones, de los estudiantes alemanes. Así ocurrió desde las huelgas mineras de 1962 hasta las últimas ejecuciones de la dictadura en 1975.
Antonio García Mahindo, Cristino, de Cantillana, emigró en 1963 a Alemania. Trabajó en Essen y al año se trasladó a una localidad cercana a Düsseldorf, donde estuvo hasta bien entrados los años setenta yendo y viniendo, y trabajando algunas temporadas en Sevilla. Fue en Alemania donde ingresó en el PCE hacia 1964. Participó en algunas huelgas de su empresa y en la recogida de dinero para el PCE y los presos políticos en España, que canalizaban a través de Marcos Ana (Francisco Macarro Castilla), director y propa-gandista del Centro de Información y Solidaridad con España (CISE), creado por el PCE en 1962. Cristino fue al mitin de Santiago Carrillo, que se celebró en la explanada de la Universidad de Frankfurt el 30 de abril de 1972, al que asistieron miles de emigrantes es-pañoles, y visitó -en más de una ocasión- el Centro Cultural García Lorca de Bruselas.
Antonio Piedra Magro, el Barquero, destacado militante comunista de Brenes, emigró a Alemania en 1963. Estuvo allí cinco años. Se estableció en Palingenesia, un distrito rural del Estado federal de Baden-Wurtemberg. Los contactos con el PCE se producían en Munich, donde asistía a charlas, reuniones, participaba en acciones antifranquistas y realizaban colectas de solidaridad con España. A los dos años y medio, se fue con su hermano a Oberkirch, en el mismo estado federal, cerca de la frontera con Francia, y trabajó en una fábrica de papel. En esta localidad tuvo más contacto con el PCE, pues iba a París con cierta frecuencia. Volvió a Brenes en 1968 para continuar la lucha por la libertad.
Manuel Durán Gil, Remolino, cantillanero, estuvo seis meses en el año 1963 y otros seis meses en 1965 en Ludwigsburg (Luisburgo) en el centro de Baden-Wurtemberg. Allí participó en la acción antifranquista repartiendo propaganda del PCE y asistiendo a las manifestaciones que se celebraron en aquella ciudad.
David Balmaseda Aguilera, desde Cuerva (Toledo), su localidad natal, emigró a Ale-mania en 1964. Encontró trabajo en el Aeropuerto de Frankfurt, ciudad en la que residió. Allí se afilió al PCE en 1969, animado por José Asencio García, que había llegado a Frankfurt en 1968, después de ser despedido, junto a otros compañeros, por la huelga de julio de aquel año en FASA Renault, donde era miembro del Jurado de Empresa y de CC.OO.. Ambos participaron en la acciones antifranquistas que se promovieron en Alemania. Una de las acciones más significativas, de la que me habla David Balmaseda, se produjo en enero de 1969, cuando fue torturado y asesinado por la policía el estudiante Enrique Ruano, miembro del FLP, y el Gobierno había decretado el Estado de Excepción en todo el territorio nacional el 24 de enero. Ese mismo día unos 200 españoles tomaron al asalto el consulado español en Frankfurt y arrojaron desde las ventanas del edificio materiales de las oficinas consulares, hasta que fueron desalojados por la policía. Se creó un organismo unitario, el Comité Permanente contra el Estado de Excepción, en que participaron el PCE, el PSOE, la UGT y militantes de la HOAC. Una nueva manifestación, el jueves 30 de enero, pasó ante el consulado, el Banco Español y la Casa Americana en Frankfurt. Los actos en esta ciudad culminaron en una manifestación de protesta, no autorizada, de 2000 estudiantes alemanes y trabajadores españoles, durante la cual la policía alemana detuvo a tres alemanes y un español que fueron puestos en libertad. David estuvo en Frankfurt hasta 1971, estableciéndose en San José de la Rinconada. José Asencio volvió a Sevilla en 1970 para estar presente en la vista del recurso contra FASA, ya men-cionado anteriormente. Al ser desestimado, marchó de nuevo a Alemania y estuvo allí unos dos años más.
En 1968 el cantillanero Manuel Martínez García, Calentito, llegó a Frankfurt. No era la primera vez que iba a Alemania a trabajar. Ya en 1963 estuvo un par de años trabajando en unas minas de carbón, pero cuando volvió a España le prohibieron volver a pasar la frontera. Estaba fichado por participar en actividades antifranquistas. No obstante, logró salir y pudo volver a Alemania en 1968 hasta 1973. En Frankfurt le tocó vivir importantes acciones antifranquistas, conocer la constitución de la Coordinadora de Alemania de Comisiones Obreras de Solidaridad los días 28 y 29 de marzo de 1970 se reunieron en Frankfurt delegados de trece ciudades alemanas de las Comisiones de Solidaridad de CC.OO., y asistir al citado mitín de Santiago Carrillo en 1972.
Francisco Canelo Ruiz, de Brenes, casado en 1963 con Gracia Ortiz Rodríguez, se fue a Alemania en 1964, donde estuvo nueve meses. En 1970 volvió a Alemania, a una localidad cercana Osnabrük, durante 14 meses. Después, todos los años, iba a Francia en las temporadas de la remolacha. Recuerda que en Alemania leía y repartía un periódico del PCE que se editaba para la emigración (Información Española) y que en Francia leía el Mundo Obrero. Toda su vida ha mantenido la afición a la lectura, a pesar de no haber po-dido ir a la escuela, pues comenzó a trabajar en 1940, con siete años de edad.
En Düsseldorf, con José Algaba Alfonseca, estuvieron varios de sus sobrinos. Uno de ellos. En 1972 llegaron a aquella ciudad su sobrina Antonia Algaba Noa y Carmelo Toledano Marchena, recién casados. Nada más llegar tomaron contacto con el PCE, que ya estaba avisado de su llegada. Participaron en la preparación del VIII Congreso del PCE, celebrado en agosto de aquel año. Junto a las movilizaciones contra la dictadura y en solidaridad con los trabajadores españoles, Carmelo recuerda que una actividad fundamental era difundir Información Española, el periódico del PCE para los emigrantes españoles, y Mundo Obrero, cuando llegaba. También, Nuestra bandera, Libertad para España o La voz del campo. Recaudaban dinero para el partido y para los presos políticos antifranquistas y sus familias. En 1974, Antonia y Carmelo, antes de volver a España, fueron a Ginebra (Suiza) al mitin de Dolores Ibárruri y Santiago Carrillo, organizado ofi-cialmente por el Partido del Trabajo de Suiza. Este mitin, previsto para el 23 de junio, fue prohibido por las autoridades suizas, pero pudieron grabar sus discursos, que fueron oídos por los miles de españoles concentrados en el complejo deportivo de Les Vernets. Do-lores, antes de la audición de los discursos, desafiando la prohibición, dijo: “Ya que no nos dejan hablar, vamos a cantar”. Y entonó una vieja canción obrera:
“Jóvenes obreros
nuevos proletarios
venid a nosotros
venid sin temor.
De una idea santa
somos partidarios
somos precursores de un mundo mejor
a engrosar nuestras filas venid
a prestarnos ayuda llegad
que es preciso emprender ruda lid
por la causa de la humanidad.
Es del socialismo la roja bandera
la que tremolamos sin nunca ceder
ella constituye nuestra vida entera
y bajo sus pliegues hemos de vencer
¡Y venceremos!”.
A Bremen Alemania, llegaron Emilio Algaba Gaona (del 1968 al 1975) y José Algaba Noa (del 1971 a 1979), ambos de Brenes. Trabajaron de soldadores en los astilleros Vulcan, en Blumenthal, distrito de Bremen, junto al Río Weser. Emilio, que llegó antes, sintió necesidad de información y contactos para continuar la actividad política. Los consiguió a través de su tío José Algaba. Cuando llegó José, su primo, organizaron el PCE en aquella ciudad. Participaron, asimismo, en el Centro Español de Bremen, que tenía subvención del Consulado español. Emilio consiguió que el Centro Español organizara una excursión para asistir a un mitin del PCE en Bruselas celebrado el 1 de noviembre de 1970. En los 1º de Mayo participaban en la manifestación con la bandera republicana, que los alemanes más jóvenes de Bremen desconocían.
Cuando en marzo de 1972, dos trabajadores de la empresa Bazán de El Ferrol fueron asesinados por la policía franquista, enviaron dinero a los familiares de uno de ellos. Emilio estuvo en contacto por carta con una de las viudas.
En diciembre de 1969 Rafael Gómez León se fue a Alemania, poco después de protagonizar el conflicto de la construcción de los pisos de la Barriada La Paz de San José de la Rinconada. Estuvo en Heilbronn (Estado de Baden-Wutemberg) hasta mayo de 1976. De-sarrolló desde que llegó una amplia actividad de solidaridad y organización con la emigración. Crearon un Centro Cultural y Democrático para españoles. Él fue el tercer presidente. Estaban en un local cedido por el Ayuntamiento de la ciudad, aunque tuvieron que cambiar algunas veces de ubicación. Organizaron conferencias y realizaron actividades, cuya finalidad era doble: concienciar y recoger dinero para el partido y los presos. También crearon una Cooperativa de Consumo de productos españoles, que escaseaban en Alemania, y no se olvidaron en ningún momento de repartir Mundo Obrero a militan-tes y simpatizantes y el periódico Información Española. En 1971 fue al mitin de Santia-go Carrillo, Dolores Ibárruri, la Pasionaria, y Jacques Duclos celebrado en el Parc Mon-treau de Montreuil, organizado por el PCF. Se reunieron 50.000 españoles.
En 1972 asistió al mitin de Santiago Carrillo celebrado en Frankfurt, y en agosto se casó con Conchi García Castillo en San José de la Rinconada. Volvieron a Alemania, donde nació su primera hija. En 1974 asistieron el mitin del PCE en Ginebra y en mayo de 1976 volvieron para continuar la lucha por las libertades democráticas en San José.
Lorenzo Gallardo Durán se fue a Alemania en los primeros meses de 1970, volviendo para hacer la mili, y José Martínez Vela lo haría en 1972. Eran vecinos de San José de la Rinconada y trabajaron en la fábrica OPEL de Rüsselsheim. Estuvieron vinculados al PCE, frecuentando el Centro Cultural Obrero Español y el Club Voltaire, donde se reunían militantes de izquierda ale-manes y españoles (comunistas, anarquistas y socia-listas). Como en los casos anteriores repartían la prensa del partido y “participando en manifestaciones y otras acciones cuando en España había detenciones o juicios”, me ase-gura José Martínez, que también asistió al mitin de Santiago Carrillo, el de la explanada de la Universidad de Frankfurt. Lorenzo recuerda, asimismo, una huelga en la OPEL or-ganizada por IG Metal (Sindicato del Metal de Alemania).
Francia
Antonio Muñoz Sayago llegó a París en 1957. Había nacido el 29 de abril de 1932, en Calaña (Huelva). Su padre, tal como ha quedado recogido al referirme a su hermano Andrés, fue asesinado por los militares y fascistas en septiembre de 1936 junto a un hermano de su madre y a una mujer embarazada. Vivió durante la guerra en Valencia del Ventoso (Badajoz) y en Santiponce desde 1939, donde trabajó en el campo y en la construcción. En 1954 se trasladó con su familia a San José de Rinconada. Esta localidad trabajó con la empresa Colomina G. Serrano en diversas obras. A la vista de lo poco que se ganaba, decidió emigrar a Francia, pero le negaron el pasaporte por los antecedentes familiares. Después de trabajar un tiempo en el Bar Pompadour de San Sebastián. Allí le dieron un pase de 24 horas para poder pasar la frontera. En 1957 llegó a París. En aquellos momen-tos, en Francia, había huelgas y poco trabajo, pero entabló amistad con exiliados espa-ñoles, que lo mandaron con otros emigrantes a una localidad cercana a la frontera con Alemania, pudiendo en Estrasburgo arreglar los papeles de residencia y trabajo en Francia. Volvió a París, donde residió y encontró trabajo en Citröen. Se afilió en 1960 a la CGT. Conoció a Paula Torres Rubio, natural de Villacañas (Toledo), que pertenecía a las UJCE (las JJCC), y se casaron. La familia de Paula se fue a Francia, pues un tío suyo, Juan Rodergo Rubio, comunista, había sido fusilado cuando los militares franquistas tomaron Toledo. En Paris perteneció a la célula comunista que se reunía en Villejuif (París), en la que estaban la madre y el hermano de Julián Grimau. La actividad era clan-destina, pero podían moverse mejor que en España, pues había cierta tolerancia. Participó en el VII Congreso del PCE, celebrado a mediados de 1965. No dejó de participar en las accio-nes antifranquistas que se promovieron en Francia. Volvió con toda su familia a San José de la Rinconada en 1992. Paula, su mujer, falleció en 2006.
Manuel Aguirre Pérez (Garibaldi), tras la detención de comunistas sevillanos en 1963, emigró a Francia. Vivió en a Belleville Sur Rhône, cerca de Lyon. Desde que llegó estuvo en contacto con el PCE y las actividades antifranquistas que pudieron organizar. Sus dos hijos nacieron en aquella localidad francesa: Lydia, en 1966, y Alejandro, en 1969. Volvió a España en 1971. Continuó vinculado a la lucha por la democracia a través de la activi-dad sindical en CC.OO. de ISA.
Cayetano Gil Murillo, que en 1975 se instalará en San José de la Rinconada, tuvo que exiliarse a Francia en 1962, pues fue despedido, junto a otros miembros de la Comisión Obrera de ISA, por participar en la huelga de junio de ese año en su empresa. Pronto entró a trabajar en otra empresa, pero le llegó la noticia de que estaba en “busca y captura”, por lo que decidió irse a Francia. Llegó a Vich y se trasladó a Puigcerdá. Pasó la frontera, después de diversos intentos, arrastrándose por el suelo y aprovechando el ruido de fiestas cercanas. En París, en la sede de la redacción de l'Humanité, se entrevistó con españoles, que lo asesoraron. Consiguió asilo político y trabajo. Vivió en Ivry, localidad anexada a París. Allí se casó y nacieron sus tres hijos. Integrado en el PCE, participó en la actividad del partido y acciones de solidaridad con la lucha antifranquista y los presos políticos españoles. Un momento importante cada año era la Feria Internacional de L'Humanité. Esta feria, organizada anualmente por el PCF, servía para que los partidos comunistas clandestinos en sus respectivos países, cada uno con su stand propio, pudieran exponer libremente sus programas de acción y la realidad en las vicisitudes que vivían.
Juan Rodríguez Rodríguez,brenero, estuvo en Francia, en Riom, del departamento de Puy-de-Dôme (región de Auvergne), en 1963, aunque sólo el tiempo del contrato, por lo que en 1963 estaba de nuevo en Brenes. Allí asistió a charlas políticas y participó en las acciones antifranquistas.
Antonio Palomino Caba (Cortijo Chapatales-La Rinconada, 1933) emigró a Francia en 1963. Vivió con su familia entre 1963 y 1972 en la localidad de Aspiran, aunque trabajó en una fundición en Pézenas, localidad situada a 13 km. de la suya. Después trabajó en la construcción y también en el sector agrícola, repartiendo carbón y gas-oíl por las localidades (comunas) de su departamento y trabajando, además, en la viña de su patrón. Fue en Pézenas donde se integró en el PCE, formando parte de su agrupación local desde 1963. Apenas tenían actividad, pues la actividad política (manifestación, reunión y asociación) de los inmigrantes estaba bastante restringida y mucho más para los comunistas. Eso no impidió que recaudasen dinero para los presos antifranquistas en España y ayudasen en concreto a Máximo Darío Catalina cuando estuvo preso en 1967. No obstante, cuando llegó el Mayo del 1968 y las huelgas se extendían por toda Francia, Antonio, con la ayuda de un exiliado español, nacionalizado francés y militante del PCF y de la CGT, logró que algunos compañeros de trabajo y del partido accedieran a reunirse con los patronos y realizar varios días de huelga intermitente durante dos semanas para conseguir mejores condiciones trabajo. La reunión la tuvieron en el Ayuntamiento de la comuna. Los patronos no se opusieron a las propuestas. Entonces, Antonio ya estaba afiliado a la CGT, con sede en Pézenas, y formaba parte del Comité Provincial (Distrito) de Hérault. En 1964 estuvo con él su hermano Pedro, que también se implicó en las acciones antifranquistas durante los dieciocho meses que permaneció en suelo francés. A su vuelta ingresó en las JJCC.
En 1972, Antonio Palomino se trasladó a Nyons, situada en el departamento de la Drôme, con capital en Valance, donde vivió con su familia hasta 1982. En Nyons no estaba el partido organizado. En poco tiempo consiguió organizar una agrupación local del PCE, que llegó a tener 27 militantes. En la empresa de la construcción donde trabajaba organizó un sindicato, vinculado a la CGT con sede en Valance. La experiencia de organizar un sindicato de empresa se propagó a otras empresas de la localidad. Un empresario pagó a un marroquí para que lo eliminara. Su hermano José le avisó, y ocurrió que el marroquí se lo contó. Consiguió crear una Unión Local, ayudado por Bernard Doucer, un francés militante del PCF, de la que fue secretario general, aunque oficialmente figuraba otro francés, Alen Bracent. La actividad sindical en su empresa y en las demás sirvió para dignificar su trabajo, mejorar las condiciones y los salarios, consiguiendo que cumplieran la legalidad laboral francesa. También en Nyons, Palomino creó en 1976, con otros espa-ñoles, una Escuela Española para los hijos de los emigrantes, de la que fue el primer pre-sidente. Consiguieron que la legalizaran y subvencionaran. Junto a estas actividades, rea-lizaron cursillos políticos para militantes del PCE y un conjunto de actividades en soli-daridad con la lucha antifranquista en España, tales como: informar de la situación espa-ñola,a través de la prensa del partido; participar en la celebración anual de las Fiestas de la Tamariciera (fiestas del PCE) en Avignon, en las que actuaban cantantes franceses y españoles y se organizaban mítines, a los que asistió Santiago Carrillo, Marcelino Cama-cho y otros dirigentes comunistas, y en las que recogían dinero para el partido, mediante el bar, rifas y unos gorros chinos; en Navidad y otros momentos del año hacían viajes a Le Perthus para comprar productos españoles, que después vendían, haciendo rifas y fiestas con un ambigú, en el que servían bebidas y comida española, y llevaron a cabo campañas de solidaridad con los presos en España y ayudaron, por ejemplo, a Antonio Iglesias Ro-dríguez, cuando estuvo en la cárcel entre 1973 y 1975. En 1982 volvió a San José de la Rinconada con su familia aumentada, ya tenían cuatro hijos.
En 1964 emigró a Francia Apolonio Zarza Camarero (Montillana-Granada, 1932). Residía en una de las parcelas de la finca Chapatales, en La Rinconada. En 1968 ya estaba integrado en el PCE, participando en las acciones antifranquistas del exterior. Ingresó en el PCE influenciado por su cuñado, Francisco Martínez Avilés (Piñar-Granada, 1920), que también había vivido en Chapatales y era amigo de José Manuel Casado Vázquez. En 1974 volvieron a España y se establecieron en Cataluña.
Rosalino Daza Jiménez salió de Brenes a los 18 años de edad, en octubre de 1965. Se estableció en París, en La Bastilla. Allí estuvo hasta 1968, por lo que vivió activamente el Mayo francés, igual que Apolonio Zarza. Trabajó en diversas carpinterías para aprender el oficio de ebanistería y cultivó su afición por la ciencia. Fue allí donde se afilió al PCE, del que recibió la preparación necesaria para cuando volviese. En sus viajes de vacaciones, traía, como él dice, la maleta llena de libros clandestinos. En Brenes, a su vuelta, se convirtió en convirtiéndose en organizador de la juventud comunista brenera.
Andrés Serrano Agudo, de La Rinconada, se fue a Francia, a Ivry-sur-Seine un barrio de París, en 1969. Allí estuvo tres años, hasta 1972. Asistía a las reuniones del centro español (el que habían organizado los exiliados) y participó en acciones de solidaridad. Recuerda que cuando el Proceso de Burgos (1970) se produjeron paros en todas las fábricas.
Desde finales de los años cincuenta y durante la década de los sesenta, los breneros Emilio y Ramón Algaba Alfonseca iban todas las temporadas de la remolacha (Ramón los siete meses seguidos y Emilio dos veces al año, para la escarda y para la recogida). Tuvieron contactos con el PCE en Francia y recogieron dinero para los presos españoles en las reuniones con militantes y simpatizantes. También vivió una experiencia similar Alejan-dro Jareño Quiñonero, que tuvo que participar en la emigración temporera. De San José de la Rinconada también hubo comunistas que participaron en la emigración temporera de la remolacha en Francia. Este fue el caso de Manuel García Mallen, que además trabajó unos meses en Citröen y en Renault. Estuvo yendo y viniendo durante ocho años. entre 1965 y 1973, participando allí en acciones antifranquistas.
Hubo otras salidas obligadas, directamente motivadas por la situación de represión de la dictadura franquista. Fue la que vivió Leandro Escudero Segura, cuando en 1974 tuvo que exiliarse y residir durante un año en Luxemburgo, acompañado de su mujer, Antonia García López, que recojo en un apartado anterior.
Suiza
Desde Cantillana, José Navarro del Cuerpo emigró a Suiza en 1970, cuando ya tenía 37 años de edad. Allí los militantes comunistas tenían las mismas dificultades que en los o-tros países europeos. Estuvo en Schaffhausen y también en Lucerna, menos tiempo. Se-gún publicaciones de CC.OO., los emigrantes españoles participaron activamente en 16 huelgas de la construcción en 1970 y 21 en 1971, porque era el sector de la emigración peor tratado en sus condiciones laborales, de vida y humanas. Los dos actos antifranquis-tas que José recuerda de forma muy especial fueron: el mitin de Santiago Carrillo y Dolores Ibárruri, celebrado en Montreuil (París), al que fueron en un tren especial desde Suiza, y el mitin celebrado en Ginebra (Suiza), que reunió a unas 20.000 personas, a pesar de las prohibiciones. También participó en 1972 en mítines y acciones de solidaridad con los dos trabajadores asesinados en El Ferrol. Volvió en 1975, se casó y se estableció en una casa en el campo, cerca de Tocina, donde ha vivido desde entonces.
Autor:
RAMÓN BARRAGÁN REINA (DE LA CLANDESTINIDAD A LA LIBERTAD CON-QUISTADA, Editorial Cículo Rojo, 2014, páginas 399-414)