viernes, 12 de diciembre de 2025

JOSÉ PUEYO SOLÍS, ALCALDE SOCIALISTA DE CANTILLANA DURANTE LA SEGUNDA REPÚBLICA, VILMENTE ASESINADO EN AGOSTO DE 1936

 

JOSÉ PUEYO SOLÍS, ALCALDE SOCIALISTA DE CANTILLANA DURANTE LA SEGUNDA REPÚBLICA, VILMENTE ASESINADO EN AGOSTO DE 1936

                                                                                                      Ramón Barragán Reina

José Pueyo Solís nació en Cantillana el 29 de julio de 1901. Hijo de José Pueyo Figueroa y Carmen Solís Márquez. Tenía cinco hermanos: Manuel, Elvira, Pastora, Asunción y Carmen, y vivían en la calle Esperanza, número 3 (actualmente el núm. 8 de la Avda. Andalucía). Le tocó hacer el servicio militar obligatorio en África, cuando los habitantes del Rif, liderados por Abd al-Krim, luchaban por su independencia de España. Era obrero del campo, como su padre y sus abuelo.

Junto a su casa, estaba el Centro Obrero, que todos los mayores recuerdan, revitalizado en 1930, a la vez que la Agrupación Socialista y la Asociación de Obreros Agricultores (FNTT-UGT). Llegó a tener 700 afiliados. José Pueyo, con 29 años, era un líder socialista indiscutible antes y durante la Segunda República. Había recibido la herencia de su padre José y su tío Antonio, que en 1919 formaron parte de la Junta Mixta de Patrono y Obreros, constituida en junio de ese año.1 Ambos pertenecían entonces a la Asociación La Regeneración, creada en 1918, de tendencia socialista.2 En esta herencia se incluye el gusto por la lectura. Fue un autodidacta que había crecido en un ambiente socialista.

Las elecciones municipales del 12 de abril de 1931 Cantillana dio la mayoría a las candidaturas monár-quicas, que obtuvieron 8 concejales, todos ellos miembros de la élite social y económica de la localidad por ser propietarios de tierras; de los candidatos socialistas y republicanos solo fueron elegidos 5. Estos con-cejales no tomaron posesión de sus cargos, pues las elecciones se repitieron el 31 de mayo del mismo año, tal como ocurrió en 69 municipios de la provincia de Sevilla que plantearon protestas o alegaciones contra las elecciones del 12 de abril. La Comisión Gestora de Cantillana la formaron los socialistas y republicanos, siendo presidida por José Pueyo Solís, el candidato socialista más votado en abril (299 votos). Con su nombramiento, Juan Arias Rivas dejaba de ser alcalde3. Comenzaba un tiempo de cambio, que propició la sustitución de la élite gobernante durante decenios por los alejados del todo poder local hasta ese momento.

El 1º de Mayo fue la gran fiesta obrera, que unió la alegría por el nuevo sistema político y las reivindica-ciones obreras. Fue también el Día del Abrazo Fraternal entre cantillaneros y villaverderos. Según la prensa sevillana,4más de cuatro mil personas, presididas por la bandera de la Agrupación Socialista, recorriendo las calles más céntricas. Al llegar a la Plaza, la manifestación hizo alto, dirigiéndole la palabra el presidente de la Agrupación, José Pueyo, y el compañero Manuel Barrera”. De acuerdo con la Agrupación Socialista de Villaverde, dirigida por Baldolmero González Parrilla,5 la manifestación continuó hacia “las afueras de la localidad, a un kilometro del pueblo,” donde se juntaron “con la manifestación obrera del citado pueblo; desbordándose el entusiasmo”. Después de los abrazos de fraternidad algunos dirigentes políticos y sindicales de ambos pueblos se dirigieron a los participantes y “fueron cantadas la Marsellesa y el himno de Riego”.

El 13 de mayo representantes de los patronos y de los obreros del campo de Cantillana firmaron las primeras bases de trabajo o convenio colectivo, como se llama ahora. Esta buena noticia fue recogida por El Noticiero Sevillano el día 20. En ellas fijaron los jornales según las actividades agrícolas (remolacha, siega, trilla, arado y otros trabajos), que oscilaban entre las 9 pesetas para actividades los regadores o alimentadores de las máquinas de trillar y las 5,25 pesetas para los aradores. El jornal para los trabajos no tarifados lo estipularon en 6 pesetas. Además de otros aspectos no menos importantes, recogía el pago de 3,50 pesetas en caso de crisis forzosa, por lluvia o calamidad pública, a cada uno de los obreros repartidos entre los patronos. Un hito en la historia sindical de Cantillana.

El día 31 de mayo, en las elecciones municipales, fueron elegidos 9 concejales del PSOE y 4 de IR-PRR6. José Pueyo Solís se convirtió en Alcalde el día 8 de junio de 1931. Esta vez había obtenido 622 votos.7 Todos los concejales socialistas eran obreros agrícolas, excepto uno que era droguero y fabricante de gaseosas; los cuatro republicanos radicales eran pequeños propietarios o artesanos. Ninguno cobró nada del Ayuntamiento, salvo el cobro de viajes y dietas por parte del Alcalde,“porque es un obrero que no tiene otros medios de vida que el jornal, producto de su trabajo”, tal como recoge el acta del pleno municipal.

La libertad tras la proclamación de la II República, daba sus frutos. Se enterraba la época del clientelismo y de sumisión política, tal como había ocurrido en casi toda la España rural hasta entonces.

Desde su elección hasta septiembre de 1934, el trabajo municipal fue intenso y sus logros cuantificables. Las reuniones eran semanales, los sábados a las diez de la noche. Su actividad fue la propia de un Ayuntamiento democrático que practicó una política reformista, de carácter moderado, muy apegada a los problemas de los vecinos y los obreros del campo, sin rencor, ni revanchismo. De hecho Juan Arias Rivas y otros patronos agrícolas participaron en las comisiones de Colocación Obrera, de Laboreo forzoso, de la Décima Contributiva y el Jurado Mixto local, por ejemplo. Muy pronto tuvieron que nombrar a Blas Infante Pérez, como abogado del Ayuntamiento, con el que mantuvieron una estrecha relación: envío de documentos, reuniones, etc. para resolver contenciosos, representar al ayuntamiento y asesoramiento jurídico.

Entre los principales asuntos tratados en las reuniones del Ayuntamiento, que fueron objeto de debates y acuerdos, destacan: la aprobación de los presupuestos, que entre 1930 (110792,52 ptas.) y 1936 (173737,14) crecieron en un 56,81%; la beneficencia, con un gasto cada vez mayor, pues llegaron a estar inscritos casi 400 vecinos; la “crisis obrera”, a la que más tiempo tuvieron que dedicar por la necesidad imperiosa de buscar soluciones (cobro de un arbitrio del 1,2% sobre productos recolectados de la tierra; el recargo de una décima a la contribuciones territoriales e industriales (la décima contributiva), que permitían los decretos de julio de 1931, para dar trabajo a los que lo necesitasen; la petición de un préstamo al INP y Cajas colaboradores de 240.000 ptas., que pudieron aprobar el diciembre de 1933; la petición, propuesta por la a UGT provincial, que elevaron al Gobierno para poder realizar la distribución de obreros en proporción a las tierras que posean cada propietario agrícola, y la concesión de solares en Los Pajares y en La Fuente para obreros sin casa. Junto a la crisis obrera, la enseñanza fue una cuestión muy importante, llegando a solicitar al Ministerio de Instrucción Pública la construcción de un Grupo Escolar de Escuelas graduadas, que reunie-se a todos los alumnos y alumnas en doce unidades, con cuatro duchas, local de reconocimientos médicos, comedores y casa para el conserje. El proyecto fue aprobado por los Ministerios de Instrucción Pública y el de Hacienda con la concesión para su realización 192.000 ptas. Las 87.000 ptas restantes, necesarias para su construcción, las consiguieron gracias al préstamo de 240.000 pesetas. La distribución de este préstamo (149.000 pesetas para pavimentación de diversas calles por obreros en paro y 87.000 para la construcción del Grupo Escolar) fue sometida a referéndum el 6 de mayo de 1934, según bando municipal publicado en el BOP del día 13 de abril de dicho año8. Este proyecto quedó paralizado en 1934, no pudo concluirse en 1936. Se hizo realidad en Cantillana en 1963, casi treinta años después de cuando estaba previsto por Pueyo y los concejales socialistas y republicanos.

El día 24 de dicho mes, José Pueyo fue sustituido en la alcaldía por Manuel Sánchez Ortiz, alias Copete, que era corredor, no había salido elegido en mayo de 1931. Pertenecía al derechizado PRR. Esta sustitución, impuesta por el Gobernador provincial, siguiendo las instrucciones del ministro Salazar Alonso (PRR), amigo de terratenientes, afectó a todos los pueblos con ayuntamientos de izquierdas, llevándose a cabo el mayor atentado posible contra la democracia que había traído la República: la destitución de los Ayuntamientos elegidos en 1931 y su sustitución por Corporaciones municipales del PRR, de la CEDA o del PAE. Todas las medidas y procesos democráticos emprendidos quedaron paralizados. Esta operación de sus-titución de los ayuntamiento comenzó en diciembre de 1933, tomó un fuerte impulso con Rafael Salazar Alonso como Ministro de la Gobernación desde marzo de 1934; se incrementó a partir de julio, a raíz de la huelga de junio, convocada por la UGT en el campo, y culminó con las destituciones realizadas tras el fraca-so de la Huelga General Revolucionaria de octubre.

En 1936 el Frente Popular no triunfó en Cantillana, pero el 20 de febrero de 1936 se produce la vuelta, de José Pueyo Solís y todos concejales socialistas elegidos en 1931 y un concejal republicano, que solo asistirá a las primeras reuniones. Los otros tres concejales republicanos no se incorporaron a las tareas municipales. Entre dicha fecha y el 18 de julio, la actividad fue frenética: como si quisiesen recuperar un tiempo ya irrecu-perable. El equipo municipal de José Pueyo reanudó su actividad con las mismas constantes anteriores y un fuerte deseo de dar respuesta al paro, la crisis obrera, haciéndose, a su vez, presentes los problemas por los que atravesaba la República en aquellos momentos, manifestándose un nuevo lenguaje, propio de las circunstancias que se vivían en toda España. Para colmo, las Hermandades de la Asunción y de la Pastora escondieron fuera de la iglesia las imágenes de ambas vírgenes: se manifestaron en contra y decidieron crear una comisión para hablar con el Gobernador, pues creaban una “alarma social innecesaria e injustificada”. El 11 de julio tuvo lugar el último pleno del Ayuntamiento democrático de Cantillana, en el que tomaron importantes acuerdos que se quedaron sin realizar… Les tocaba hacerla el sábado 18 de julio, pero la suble-vación militar ya estaba en marcha... Ya no había tiempo para nada, solo era tiempo de actuar frente a lo que se les venía encima. Así, a pesar de los tímidos planes de defensa, el 30 de julio de 1936 la columna de la muerte de José Gutiérrez Pérez ocupa militarmente Cantillana, tras tres cañonazos desde El Cortijillo, a dos km. del pueblo, y con una violencia extrema desde que entran en el pueblo, provocando la muerte de cinco vecinos en distintas calles, tres de ellos en la calle Esperanza (actual Avda. Andalucía), y un grupo, elegido al azar en el cuartel, fueron fusilados en el Barranco.9 Además, 200 cantillaneros eran convertidos en prisio-neros, entre ellos estaban José Pueyo Solís y su hermano Manuel.

Las “autoridades” ocupantes, “... de las fuerzas que vienen a España, evitando la anarquía que venía exis-tiendo, como se dice en el borrador de acta del 30 de julio, lo primero que hicieron, “por llamamiento patriótico del Jefe de las fuerzas...” fue nombrar a Juan Arias Rivas como nuevo Alcalde y como gestores a otros diez miembros de la tradicional élite cantillanera.

José Pueyo estuvo preso en la Administración de Consumo10 hasta la madrugada del día 5 de agosto. En la mañana de aquel día, su sobrina, Francisca Regalo Solís, la Frasca, fue a llevarle el desayuno, como en días anteriores. Al llegar a la cárcel fue informada que allí ya no estaba, que se lo habían llevado por la noche. Ya no se supo más de él: no existe acta de defunción en el Registro Civil de Cantillana, ni en ningún otro regis-tro en cementerio. Su nombre solo aparece en el APH-36, en la lista de difuntos de su Sección 1ª (Bajas) del AMC, señalado con una cruz en el margen izquierdo, lo que atestigua que fue asesinado. Lo hicieron en las tapias del cementerio de Sevilla y enterrado, con toda probabilidad, en la fosa común Pico Reja, que llenaron de cadáveres de víctimas de la brutal y cruel represión desatada por Queipo de Llano y sus secuaces.

Su hermano Manuel fue fusilado también el 5 de agosto de 1936. José intercedió por su hermano, pero sus verdugos no solo no tuvieron en cuenta sus suplicas, sino que lo asesinaron antes que a él, ante sus propios ojos, rematándolo con tiro de gracia para causar el máximo dolor posible al que había sido hasta entonces el Alcalde de todos los cantillaneros, según comentarios oídos con posterioridad a los hechos. Sus restos deben reposar en la fosa Pico Reja del cementerio sevillano, junto a los de su hermano y de otras 19 víctimas de vecinos y vecinas de Cantillana; en las otras fosas del mismo cementerio están otras 9 víctimas más.

José Pueyo sigue siendo recordado en Cantillana como un buen alcalde, que se preocupó por todos. Cuen-tan que era una gran persona, abnegada y entregada a su tarea pública como sindicalista y como Alcalde, cercano a los trabajadores y vecinos, sin importarle posibles recompensas. En los días previos a la ocupación militar de Cantillana, me aseguran los que vivieron aquellos días, que “trató bien a los guardias civiles, los cuales decidieron quedarse en el cuartel sin salir, pero después se comportaron mal con él”. No había posibles acusaciones, ningún derechista, ningún patrono habían sufrido malos tratos. Solo un forastero falan-gista, llegado a Cantillana antes del 18 de julio, había sido detenido. No obstante, para los nuevos jefes locales, usurpadores del poder municipal, José Pueyo había ido a Villanueva del Río por dinamita que serviría para volar el puente del Viar. Una acusación que nunca fue probada

FUENTE:

BARRAGÁN REINA, R. Cantillana II República. La Esperanza Rota. Ed. Muñoz Moya, Brenes (Sevilla), 20606. pp. 38, 55, 57 -59, 62-64, 67, 71-75, 81, 84, 86, 92, 96, 103, 105, 116, 124-127, 136, 143, 146, 150, 165, 269, 272


domingo, 23 de noviembre de 2025

Un grito contra la pasividad del Ayuntamiento de Sevilla que está paralizando el comienzo de la exhumación de la fosa Monumento

 

Un grito contra la pasividad del Ayuntamiento de Sevilla, que está paralizando el comiemzo de los trabajos de exhumación de la fosa Monumento, en la que se considera que puedan estar 2.600 víctimas asesinadas en los primeros meses de la sublevación militar contra la Segunda República. Ya hace casi un año que debian haber comenzado...

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Juan Miguel Baquero, periodista, entrevista a Manuel Lay, coordinador del Observatorio Provincial de la Memoria Democrática de la Diputación de Sevilla, el laboratorio de ideas para las víctimas del franquismo para elDiario.es el 14 de noviembre de 2025. Reproduco un extracto de la misma.

El Ayuntamiento de Sevilla está haciendo politiqueo con la fosa Monumento, tiene sus esclavitudes con la extrema derecha”

La Memoria Histórica y Democrática, el pulso antifascista de los tiempos actuales, “es una solución para el futuro”, asiente. Por eso afea que la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento de Sevilla “incumplan” la ley estatal y regional. Con un apunte especial al “politiqueo” que el Gobierno municipal de José Luis Sanz (PP) hace con el bloqueo a la apertura de la fosa Monumento y que achaca a “sus esclavitudes con la extrema derecha”.

“Sería escandaloso que se exhumaran todas las fosas de la provincia de aquí a tres años y no la más grande que está en la ciudad de Sevilla”, avisa. Porque la Memoria es una máquina con dos engranajes, la sociedad civil y las instituciones públicas. Y ahí llega el Observatorio, para engrasar su funcionamiento. Como resume Manuel Lay: “El movimiento memorialista también tiene sus familias y mi empeño fundamental es que esto, o lo hacemos todos los demócratas unidos, o nos van a joder por separado”.

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Ya fuera de esa entrevista es bueno recordar que de los pueblos la comarca de la Vega Media del Guadalquivir deben estar en dicha fosa unos 59 victimas de la represión franquista 3n 1936:

En la fosa Monumento creemos que están los restos humanos de 50 víctimas mortales de la represión franquista de todos los pueblos de nuestra comarca, excepto Villaverde del Río.

Víctimas mortales de la comarca de la Vega Media del Guadalquivir en fosa Monumento y otras fosas del cementerio de Sevilla:

Alcalá del Río,  4

La Algaba, 16

Brenes,  4

Burguillos, 5

Cantillana, 13

La Rinconada,  4

Tocina, 3

Total. 59

Puede que 9 de ellos hayan estado en las fosas Antigua o Rotonda de los fusilados del cementerio sevillano, que ya prácticamente no existen.

Ver la entrada escrita sobre la fosa Monumento, donde encontar los nombres y las fechas de los asesinados entonces.

Resumen de Ramón Barragán (23 de noviembre de 2025)

viernes, 10 de octubre de 2025

LA MOVILIZACIÓN OBRERA ABRIÓ EL CAMINO HACIA LA LIBERTAD Y LA DEMOCRACIA EN 1976. EL CAMPO NO SE QUEDÓ ATRÁS

 

LA MOVILIZACIÓN OBRERA ABRIÓ EL CAMINO HACIA LA LIBERTAD Y LA DEMOCRACIA EN 1976

                                                    EL CAMPO NO SE QUEDÓ ATRÁS

Ramón Barragán Reina

Después de la muerte del dictador el 20 de noviembre de 1975, según el anuncio oficial, se abrió un tiempo nuevo, incierto y peligroso, arriesgado, más complicado de lo que cualquiera pudiese prever, pues no estuvo exento de violencia y muertes, lográndose importantes victorias sindicales y políticas

CRISIS ECONÓMICA: La “herencia” económica de Franco

A la crisis de la propia dictadura, cuya agonía se percibía desde el comienzo de los años setenta, pero cuyo final se demoraba demasiado, se unía, en todo su apogeo, la crisis económica (la crisis del petróleo), consecuencia de la Guerra del Yom Kipur de octubre de 1973, que agudizaba los problemas estructurales de la economía española.

    En 1976, el PIB sólo alcanzó el 3%, siendo menor, entre el 0,2 y el 2%, durante bastantes años después. El IPC, siempre alto en España. se acercó al 17% en 1976 y continuará alto en los años siguientes; las reservas de oro y divisas disminuían progresivamente y la balanza de pagos se tornaba negativa con -4.294 millones de dolares por el descenso de las exportaciones, el encarecimiento de las importaciones y el retraimiento del turismo en un 30% en sus ingresos. Junto a todo lo anterior se produjo una disminución de un 35% en la recaudación de Hacienda, por ser la opción elegida por el gobierno para “compensar” el aumento del precio del crudo, lo que provocará un aumento del déficit del Estado y de su incapacidad crónica para atender las necesidades básicas de la población; y una situación de paro obrero en aumento, que alcanzaba en 1976 a 714.000 trabajadores, el 5,25% de la población activa nacional, que en Sevilla eran más de 50.000, el 11,47%, sin posibilidades de emigrar como en años anteriores. En 1977 superará, en porcentajes, la media de paro de los países de la OCDE. Mientras, el dinero, “siempre miedoso” volaba fuera de España, alcanzando 60.000 millones de pesetas la evasión de cxapitales.

    Al mismo tiempo, se agravaron las crisis agrícolas, tanto la agricultura tradicional como la moderna, en medio de una prolongada e intensa sequía. La consecuencia inmediata fue el aumento del paro agrícola. En Sevilla, en 1976, el paro ya alcanzaba el 14,83% de la población activa del sector, afectando a 13.200 trabajadores y trabajadoras del campo, y en Andalucía estaban en paro (media anual) 38.200 trabajadores eventuales del campo, el 7,4% del total de la población activa agrícola. Este aumento del paro agrícola incrementará la lucha por el trabajo diario en los pueblos, introducirá de nuevo el lema “la tierra para quien la trabaja” y revivirá más adelante el debate sobre la Reforma Agraria.

FRANCO SIN FRANCO: continuidad política y medidas insuficientes

La pomposa proclamación de Juan Carlos de Borbón como rey no trajo cambios: Arias Navarro, el Carnicerito de Málaga (responsable de la represión política en Málaga a partir de febrero de 1937, tras la conquista de la ciudad por los militares fascistas sublevados, que costó la vida a 4.300 personas y provocó la Desbandá, la larga marcha de miles de republicanos que huyeron de Málaga con el objetivo de llegar a Almería), fue confirmado en su cargo de presidente del Gobierno. Según él, “quedaba clavado” al sillón del cargo hasta 1979, tal como había sido nombrado por Franco. Los acontecimientos posteriorres lo desclavarán antes de lo que él creía y quería. Su gobierno ahondó aún más la contradicción dictadura-democracia.

    Como gesto de “buena voluntad” y para aliviar la tensión social, el rey firmó un indulto, el último al estilo de la dictadura, que sirvió para que muchos antifranquistas salieran de las cárceles y para empujar la reclamación de la amnistía laboral y política, que estuvo presente en todas las movilizaciones del año 1976, pues la oposición vio muy insuficiente dicho indulto. El lema “Libertad, Amnistía y Estatuto de Autotomía” se repitió sin cesar en las manifestaciones posteriores. Sin embargo, del indulto se beneficiaron muchos presos políticos, entre ellos los rinconeros Antonio Igle sias y Antonio Galván y los sindicalistas de CCOO del Proceso 1001, hasta un total de 770. También alcanzó a más de 11.000 presos comunes.

LAS MOVILIZACIONES OBRERAS: marcando el camino a la democracia de forma imparable

Fue la clase obrera española, intensificando las movilizaciones iniciadas en años anteriores, la que tuvo que hacer frente a las consecuencias negativas de la crisis (que como todas las crisis, no había provocado) y al continuismo del Gobierno de Arias, empeñado en mantener las esencias franquistas con retoques seudo aperturistas. Se produjo “la más poderosa ofensiva obrera y ciudadana conocida bajo el régimen actual”, tal como reconocía la Coordinadora General de CCOO en su reunión de enero de 1976. A su vez, desde comienzo del año, la prensa informaba habitualmente de los conflictos obreros, las manifesraciones y de la actividad, reuniones, actos y comunicados de los partidos políticos ilegales, de unos más que de otros, dando los nombres de sus dirigentes, lo cual era actuar a la luz del día. Sin duda alguna, la libertad se abría camino, aunque el Estado franquista y sus aparatos represivos se mantenían vivos y operativos.

   Las huelgas obreras combinaron con acierto las reivindicaciones laborales: negociación de los convenios colectvos, con un claro rechazo de las medidas económicas del gobierno de Arias Navarro, cuya medida estelar era la congelación salarial, ratificada por el Ministro de Hacienda, Villar Mir, así como la supresión de las horas extras y exigencia de soluciones al paro obrero, con las reivindicaciones políticas de libertades democráticas, con plenos derechos de reunión, asociación y huelga, y amnistía de todos los presos políticos y sindicales, trabajadores despedidos y españoles exiliados. Los trabajadores españoles fueron conscientes de que la conflictividad de aquellos momentos presionaban en la dirección de un cambio político democrático.

      Las movilizaciones obreras se saldaron con más de 18.300 huelgas entre diciembre de 1975 y marzo de 1976, que suponían una media de 150 huelgas al día, con innumerables manifestaciones, numerosos encierros en iglesias y miles de asambleas celebradas en toda España, aunque también con muchos despidos, detenidos y ocho obreros muertos por disparos de la policía en Elda, Vitoria, Tarragona o Basauri. En todos los casos murió un trabajador, excepto en el caso de Vitoria, donde fueron cinco los trabajadores acribillados por la policía en el interior de la iglesia de San Francisco de Asís, donde se celebraba una asamblea obrera. Fraga Iribarne dijo:“La responsabilidad de las recientes muertes la tienen los que quieren obtener por la fuerza un cambio político.”

 

LOS PUEBLOS DE LA VEGA DEL GUADALQUIVIR: participación en las movilizaciones obreras

Los pueblos de la Vega Media y sus trabajadores no se quedarán atrás, como no lo habían hecho desde el inicio de la dictadura de forma clandestina organizados en el PCE, aunque con más fuerza y militantes en la década de los 60 y los primeros años de los 70, en los que ya se produjeron más acciones obreras y vecinales en esta comarca. Con la muerte de Franco, particitiparán activamente en el cambio y en la dirección del mismo hacia la libertad y la democracia, partiendo de las reivindicaciones concretas para la mejora de las condiciones de trabajo en el campo, siendo impulsadas por la CC.OO. de cada localidad.

Ya en noviembre, pocos días después de la muerte de Franco, hubo una manifestación no autorizada en la plaza de la Tenencia de Alcaldía de San José de la Rinconada, pidiendo las libertades democráticas. Contó con la presencia de los comunistas de la localidad y de los guardias civiles, armados con sus subfusiles o “metralletas”. Las mujeres llevaron a sus hijos. De esa forma les parecía que no atacarían, que se aguantarían las ganas de usar las armas. Se disolvió pacíficamente.

El 13 de diciembre de 1975 se produjo una marcha pacífica a Sevilla de unos cien vecinos de La Algaba contra la subida de los autobuses. El precio del billete había subido de 13 a 14 pesetas y había entrado en vigor dos días antes. Esta subida, junto a la congelación salarial que se padecía, hizo que la situación para muchas familias fuese inaguantable. La acción fue organizada por la Asociación de Vecinos García Lorca, que aún era ilegal.

En el campo sevillano la movilización obrera se realizará, con más intensidad, a lo largo de los primeros meses de 1976, y participaran con fuerza todos los pueblos de la Vega Media. Previamente, en enero, se habían reunido “varios presidentes, vicepresidentes y vocales de las UTT locales (Unión de Ténicos y Trabajadores del Sindicato Vertical), elegidos en las últimas elecciones sindicales, entre los que estaban los de Gerena, Fuentes de Andalucía, Osuna, Lebrija, Villaverde del Río, Brenes, Lora del Río, Dos Hermanas, Burguillos, Badolatosa de y otras localidades.” En esta reunión acordaron una Plataforma Reivindicativa de CC.OO. del Campo, cuyos principales puntos eran: jornal mínimo de 700 ptas., puesto de trabajo diario, seguro de desempleo, entrega de las tierras mal cultivadas o sin cultivar (aplicación de la Ley de Reforma y Desarrollo Agrario de 1973, que fijaba las obligaciones para el cumplimiento de la función social de la propiedad de fincas rurales, percepción del salario integro en caso de enfermedad o paro, jubilación a los 60 años, convenios colectivos para todas las campañas y cultivos, y un sindicato único, democrático, independiente de los patronos, del Estado y de los partidos políticos, así como auténticas garantías y libertad para los representantes sindicales. La plataforma de CC.OO. sería concretada en las asambleas a realizar en cada comarca. En la comarca de la Vega Media, la reunión de coordinación se produjo en Mesa Redonda (término municipal de Villaverde del Río), cerca de la Ermita de Aguas Santas, lugar habitual de reuniones clandestinas comarcales, con la asistencia de representantes de sus organizaciones locales: Juan Carlos Velasco, Antonio Alvarado, Vicente Campos, Antonio Coca, Antonio García Cristino, José Barragán, Francisco Álvarez, Manuel Guerra, Carmelo Toledano y otros.

Durante el mes de febrero, las huelgas en el campo se fueron realizando de forma ininterrumpida, coincidiendo con las faenas agrícolas de recogida de aceitunas, la entresaca y escarda de la remolacha o la tala de frutales, según los pueblos. Se extendieron también por algunos pueblos de la provincia de Córdoba. En la provincia de Sevilla, las huelgas finalizaron con más de catorce convenios locales firmados. De la comarca de la Vega Media lo consiguieron en Cantillana, Villaverde del Río, La Rinconada, Esquivel y Brenes.

En Brenes, el día 31 de enero los trabajadores del Empleo Comunitario se concentraron en el lugar de trabajo y realizaron una asamblea, después de recibir la noticia del fin de sus trabajos. Acordaron entregar un escrito al Alcalde y a la Hermandad de Labradores, exigiendo puesto de trabajo y aumento de salario, y se encerraron en la iglesia. Una comisión obrera hizo entrega del escrito. Las autoridades propusieron estudiarlo en un plazo de tres días. Decidieron desalojar la iglesia. Pasados los días acordados, los parados volvieron a reunirse en asamblea, a la que se unieron otros 150 obreros del campo, que no fueron al trabajo. Decidieron no ir a trabajar por menos de 700 ptas. Continuaron manifestándose y concentrándose, recabando la solidaridad de todos los trabajadores y sus familias. Llegaron a participar unas 500 personas, incluidas las mujeres y los niños. Consiguieron que se iniciaron las negociaciones entre patronos y obreros para un convenio colectivo local. A partir de ese día los trabajadores de Brenes salieron al campo ganando 700 ptas, aunque no se firmase el convenio. En marzo continuaron las asambleas, manifestaciones y convocatoria de huelga para que lo pactado se firmase. En una de las asmbleas, la G. Civil detuvo a once obreros que fueron llevados al cuartel de Brenes. De ellos, siete fueron trasladados a la Jefatura Superior de Policía en Sevilla: Carmelo Toledano Marchena, Alonso y Pedro Vargas López, Alejandro Jareño Quiñonero, Juan Atero Afán de Rivera y los hermanos Eugenio y Manuel Carrero Gómez. Estuvieron 45 días en la PPSE (La Ranilla), pues se negaron a pagar las 50.000 pesetas que el Gobernador Civil les impuso de multa a cada uno. No atendió un escrito firmado por las mujeres de Brenes.

En Villaverde del Río se produjo el 7 de febrero una manifestación de 250 trabajadores en paro pidiendo trabajo y un salario de 750 ptas/día. Fue dispersada por la Guardia Civil, tomando los datos personales de los titulares de la UTT y de otros obreros. Días después, los militantes de CCOO presentaron la plataforma reivindicativa, realizaron asambleas y declararon la huelga. Consiguieron un convenio local, con un salario de 699 ptas/día.

El 16 de febrero 200 obreros celebraron una asamblea en San José de la Rinconada y eligieron una Comisión Obrera para presentar el proyecto de convenio a los patronos. Declararon la huelga, que pronto se generalizó por todo el municipio y afectó a todas las labores agrícolas, siguiendo el ejemplo de los otros pueblos para conseguir las 700 ptas/día y las demás mejoras.

El mismo día 3 de marzo, en San José de la Rinconada y en Villaverde del Río, los trabajadores acordaron ir a la huelga en solidaridad con los breneros en señal de protesta por las detenciones. Al día siguiente la huelga continuaba y se extendía a los municipios de La Algaba, Alcalá del Río, Cantillana y Burguillos. En Alcalá del Río y en Burguillos, se produjeron concentraciones ante el Cuartel de la Guardia Civil para que los detenidos fuesen liberados y lo consiguieron.

El día 4 se produjeron tiros de la Guardia Civil en el municipio de La Rinconada. Los miembros de un piquete informativo, estando en Salinas, fueron sorprendidos por la Guardia Civil, por lo que tuvieron que huir. Perseguidos a tiros por los guardias, llegaron hasta el arroyo El Bodegón, cerca ya de Brenes. Allí detuvieron a seis militantes de CCOO, y fueron llevados a Brenes, donde recibieron palizas y otros malos tratos como era habitual. Llegaron el día después que los breneros detenidos habían sido llevados a Sevilla. Entre los detenidos estaban: Carmelo Acuña Mendía, Juan Cortés Muñoz, Andrés Núñez Hidalgo, Arcadio Soto Prada y dos más, que –según la prensa– fueron detenidos en sus propios domicilios a primeras horas de la tarde. Al día siguiente los trasladaron a La Ranilla, aunque antes les dieron un paseo por Cuatro Caminos, en el centro de Brenes, donde había más vecinos reunidos para causar miedo en ellos. Estuvieron 17 días en prisión.

Por último recojo dos actos provinciales a los que asistieron trabajadores y vecinos de los pueblos de la provincia:

-El 28 de marzo, se llevó a cabo en Sevilla la Jornada Pro-Amnistía, entendiendo por amnistía la libertad de todos los presos políticos y la readmisión de los despedidos en las luchas anteriores, y para protestar por las muertes de trabajadores en Elda, Vitoria, Tarragona y Basauri. Fue convocada por CCOO, a través de las UTT que controlaba, y apoyada por toda la oposición democrática sevillana (partidos de derecha y de izquierda). Esta jornada, cuyo acto central fue una manifestación (no autorizada) en los Jardines Cristina, se saldó con numerosos obreros heridos, treinta y seis detenidos y abultadas multas gubernativas, que ascendieron a 800.000 ptas. La policía entró incluso en la catedral de Sevilla con tiros al aire para desalojar a los manifestantes.

-El 1º de Mayo tuvo un carácter unitario, puesto que fue convocado por CCOO y UGT, recogiendo el espíritu de la unidad política alcanzada en marzo y de la presión de la clase obrera española por la unidad. La manifestación supuso un gran paso en la lucha por la libertad y la amnistía política, sindical y laboral. En julio crean la Coordinadora de Organizaciones Sindicales (COS), integrada por CC.OO.,UGT y la USO.

 

CONSECUENCIAS DE LAS MOVILIZACIONES OBRERAS

 

Al hilo de las múltiples movilizaciones sociales y obreras que se estaban produciendo en toda España, en el ámbito político se produjo la creación de Coordinación Democrática o Platajunta (unión de la Junta Democratica y la Plataforma de Convergencia Democrática). Se presentó oficialmente el 27 de marzo de 1976: PCE y PSOE, junto a las otras organizacioens que parte la Junta o la Plataforma, decidieron plantear conjuntamente la necesidad de la ruptura o alternativa democrática de carácter pacífico, con la exigencia de libertades políticas y sindicales plenas en un Estado democrático, reforzando las protestas contra el continuismo franquista del gobierno de Arias Navarro. Posteriormente, en octubre, crearán la Plataforma de Organismnos Democráticos (POD) para fortalecer la oposición frente al Gobierno y sus intentos de negociación

Pero lo más relevante fue que las movilizaciones obreras de los primeros meses de 1976 hirieron de muerte al Gobierno de Arias Navarro, que el 2 de julio tuvo que dimitir, poniendose freno definitivo al reformismo continuista de acuerdo con el proyecto de Fraga, que consistía en controlar la “reforma” desde el poder, manteniendo las instituciones de la dictadura, aunque con ciertos retoques en cuanto al derecho de reunión y asociación política, con modificación del Código Penal, y la reforma de las Leyes Fundamentales del Movimiento, llamada, eso sí, “reforma constitucional.” El rey vio que su puesto estaba en peligro…

Se puede afirmar que la libertad y los derechos laborales y democráticos se conquistaron en las fábricas, en los campos, en las Universidades, en las escuelas, en las calles de las ciudades y sus barrios y de los pueblos, por más que Manuel Fraga la reivindicara como suya. “La calle es mía”, dijo cuando intentaba justificar la represión de las manifestaciones obreras y populares, tras el asesinato de cinco trabajadores en Vitoria por la policía. Sin embargo, la calle empezaba a ser un espacio de libertad, al igual que el cine, la radio o la prensa y la democracia se ejercía en las asambleas en los lugares de trabajo y en las asosciaciones de vecinos creadas en Cantillana, San José de la Rinconada, Villaverde del Río, Alcalá del Río, Burguillos, Los Rosales y El Viar. Por ello, el año 1976 marca la línea divisoria entre la dictadura franquista y la democracia en España. El camino para la Transición quedó abierto, transitarlo fue duro y difícil repleto de dificultades y problemas, pero el objetivo quedaba clato: librtad y democracia.

El cambio de gobierno, asumido por Adolfo Suárez, no paralizó los conflictos laborales, que proliferaron, a pesar de la represión sufrida, durante todo el año, alcanzándose -eso sí- las más altas cotas de derechos laborales individuales y colectivos. En todo el año, en España, se produjeron 40.179 conflictos (110 al día), con una participación de más de tres millones y medio de trabajadores, si bien las huelgas fueron disminuyendo paulatinamente en los últimos meses. También, continuaron las manifestaciones, fuesen autorizadas o no, con importante participación de trabajadores y vecinos de los pueblos sevillanos y de la ciudad, como ocurrió el 11 de julio, en la que se gritó: “Suárez escucha, el pueblo está en lucha”. Y todo ello, a pesar de la violencia institucional a lo largo de 1976: 11 trabajadores fueron asesinados a manos de la G. Civil o la Policía Armada (los grises), ocho lo fueron durante el Gobierno de Arias Navarro, a los que ya me he referido, y tres en Almería, Fuenterrabía y Madrid con el Gobierno de Adolfo Suárez. Además en 1976, ETA causó 17 víctimas mortales y el grupo ultra Guerrilleros de Cristo Rey mataron a 3 personas en el País Vasco. No serían los únicos atentados: la violencia terrorista continuó golpeando con fuerza a la sociedad española, a la vez que el ejército se mantenía expectante: el “ruido de sables” no cesó en todo el proceso.

Igualmente, las movilizaciones colaboraron decisivamente en la descomposición organizativa e ideológica del franquismo, instando claramente a la conquista de un régimen democrático. De hecho, en los seis primeros meses del año, se produjeron cambios en la opinión de los españoles: más de los dos tercios eran ya partidarios de un sistema democrático con libertades y derechos plenos. En 1966 el apoyo de los ciudadanos a los principios democráticos (libertad de prensa, libertad religiosa, libertad sindical, libertad de asociación y de partidos políticos y celebración de elecciones libres con sufragio universal) era muy bajo, el 35% de la población, pero en 1974 había subido al 60% y en mayo de 1976 alcanzaba ya al 78%. La libertad religiosa y sindical estaban ampliamente apoyadas por la sociedad española desde hacía tiempo y en 1975, en el momento de la muerte de Franco, un 72 por 100 de los españoles querían la libertad de expresión y el 70 por 100 deseaban un sufragio universal libre y secreto (según el Informe FOESSA, ya en 1975, el 82% de los encuestados estaban convencidos de la necesidad de que los cargos públicos fueran elegidos y no nombrados); pero no era así en cuanto a la libre creación de partidos y a la creencia de que los partidos políticos eran beneficiosos para la sociedad, que fue creciendo poco a poco del 12% en 1971 a su generalización en 1976, superando la idea franquista de que los partidos habían sido los causantes de todos los males durante la República. Eso no eliminaba el franquismo, que seguirá teníendo, entonces y ahora, una importante base social, imbuida ideológicamente del pensamiento y la doctrina del franquismo e instalada cómodamente en su estatus social y económico. Por último, debemos tener en cuenta que la sociedad española no era mayoritariamente favorable a una ruptura o enfrentamiento directo con el régimen franquista, lo cual era conocido por dirigentes de la oposición democrática. Quería cambios democráticos , pero sin violentar la situación.

CONCLUSIONES

Superar la clandestinidad no fue fácil con todo el aparato represivo de la Dictadura en pleno uso y abuso,más aún aún dadas las nulas perspectivas de cambio real después de la muerte del dictador. Sólo fue posible por el arrojo de miles de militantes antifranquistas y por el ambiente creado por las movilizaciones obreras y vecinales en las ciudades, los barrios y en el campo, tras la muerte del dictador.

   La Transición, con la consiguiente conquista definitiva de la libertad, no fue un proceso solamente institucional, en el que sólo intervinieron Juan Carlos I, Suárez y los dirigentes de los partidos polítios; fue un proceso popular, buscado, trabajado y sufrido por los militantes del entonces ilegal PCE, de las CCOO, de USO, de UGT, de los militantes socialistas y de los demás partidos y sindicatos de la izquierda, inmersos en las huelgas, manifestaciones y asambleas en 1976, protagonizadas por miles de trabajadores españoles. Todos ellos fueron los protagonistas anónimos de la lucha por la libertad, los costaleros de la democracia, como les llama Nicolás Sartorius, que no son sólo los de 1976, sino muchos más de los años anteriores y algunos posteriores. La libertad conquistada se vivía, no sin sobresaltos y con algunos miedos muy presentes, en las organizaciones y en la calle. Si durante el franquismo la libertad se había colado por las rendijas del régimen dictatorial, ahora fluía por todas las arterias de la sociedad, sin que el Estado, cuya “legitimidad” era una guerra y la violencia represiva durante cuarenta años, pudiera impedirlo.

   El proceso que llevará a la Constitución democrática de 1978 (cuyo analisis debe ser objeto de otro    artículo) es inseparable de las luchas obreras y antifranquistas, de toda la lucha por la libertad del pueblo español, que le fue arrebatada y usurpada por el golpe de Estado del 18 de julio de 1936, la guerra que le siguió durante tres crueles y trágicos años y la dictadura durante cerca de cuarenta años. En esta lucha, los pueblos, los trabajadores del campo, también participaron y sufrieron sus consecuencias en el duro camino que va desde la clandestinidad impuesta durante la dictadura franquista a la libertad conquistada día a día sin desmayo, pasando el testigo de unos a otros. Ese será el mejor reconocimiento, el mejor homenaje y la mejor recuperación de la memoria de todas las víctimas de la represión franquista, de todos los asesinados, encarcelados, torturados, exiliados o desaparecidos tras la sublevación militar-fascista de 1936.

11 de uctubre de 2025

FUENTES.

Bibliografía

BARRAGÁN REINA, Ramón., DE LA CLANDESTINIDAD A LA LIBERTAD CONQUISTADA. ANTIFRANQUISMO Y LUCHA OBRERA EN LA VEGA MEDIA DE GUADALQUIVIR, Ed. Círculo Rojo, Almeria, 2014. pp. 415-436.

SERRANO SANZ, José Mª, Crisis económica y transición política, en Ayer nº 15, 1994, pp. 138 y 145; SUDRIÀ TRIAY, Carles, (2012) artículo en El País; INEbase: Encuesta de Población Activa /Estimación de las series de paro 1976-2000; LVE, 15.07.1976, p. 24

SUMPSI VIÑAS, José Mª, La crisis de la agricultura moderna, en Agricultura y Sociedad nº 25, octubre-diciembre 1982, pp. 187-191, y HERNÁNDEZ ARMENTEROS, S., Estadísticas del siglo XX en Andalucía. 2 Población, pp. 86,90 y 94. Las cifras dadas de parados son la media anual, pues según las estaciones las cifras cambian, siendo mayores en los meses invernales o de pocas faenas agrícolas, en los que superaba los 100.000 trabajadores en paro.

MARTINEZ FORONDA, A. (coord.), La conquista de la libertad, Historia de las CCOO de Andalucía (1962-2000), Fundación de Estudios Sindicales Archivo Histórico de CCOO-A, 2003, p. 416 (Evolución conflictividad laboral).

MARAVALL, José M., Los resultados de la democracia, Alianza Editorial, Madrid, 1995; MONTERO, José R. y TORCAL, Mariano, “La cultura política de los españoles”, en Sistema, núm. 99, noviembre 1990, pp. 39-74; MORÁN, Mª Luz y BENEDICTO, Jorge, La cultura política de los españoles. Un ensayo de reinterpretación, Madrid, Centro de Investigaciones Sociológicas, 1995.

SARTORIUS, N., y SABIO, A., El final de la Dictadura, Temas de Hoy/Historia, Madrid, 2007

TUSELL , Javier. Gobierno y oposición (1969-1975). El tardofranquismo, en Historia de España Menéndez Pidal: La época de Franco (1939-1975). Política, ejército, Iglesia, economía y administración. Vol. 41, Espasa-Calpe, Madrid, 1996, p. 187. Cambios en la opinión sobre los partidos poíticos

Archivos

AHCCOO-A, CCOO del Campo. Plataforma, reuniones y organización.

AH-CCOO-A, Comisiones Obreras del Campo: Instancia de las esposas de obreros de Brenes, Signatura 10.5/6.

Hemerotecas

En las hemerotecas, ya sean municipales o virtuales de los propios periódicos, pueden leerse mucha noticias de los conflictos laborales y de las actividades de los partidos políticos en año 1976 desde enero a diciembre. Estas fueron utilizadas para este artículo:

LVE, 14.12.1975, p. 9 (La Vanguardia)

ABC Sevilla, 14.12.1975;

ABC Sevilla, 16.03.1976,

ABC Sevilla, 8.05.1976, p. 42.

El Correo de Andalucía,17.02.1976, p. 31.

El Correo de Andalucía, 8.02.1976, p. 12.

El Correo de Andalucía,18.02.1976, p.12.

El Correo de Andalucía, 14.02.1976, p. 11

El Correo de Andalucía, 4.03.1976, p. 8.

El Correo de Andalucía, 5.03.1976, p. 9.

El Correo de Andalucía, 6.03.1976, p. 10:

El Correo de Andalucía, 28.03.1976, p. 6.

GRACIAS POR LA EXCELENTE ACOGIDA DE ESTE ARTÍCULO ENTRE LOS LECTORES DEL BLOG.


 

 

sábado, 27 de septiembre de 2025

Las hermanas García Caparrós, símbolo de la autonomía andaluza, accederán al archivo desclasificado del asesinato de su hermano

 

 Reproducción integra

Noticia del ElDiario.es

Las hermanas García Caparrós accederán al archivo desclasificado del asesinato de su hermano por primera vez en 40 años

La Mesa votará el martes pasado una nueva norma de acceso a los archivos del Congreso en la que se recoge un acceso preferente de familiares de víctimas a los archivos del Congreso: “Desde este martes las hermanas de García Caparrós pueden acceder al archivo completo”

Néstor Cenizo / Daniel Cela

Málaga/Sevilla, 22 de septiembre de 2025 20:54 h. Actualizado el 24/09/2025 18:43 h

Si nada se tuerce, y nada hace prever que así sea, la familia de Manuel José García Caparrós (sus hermanas Dolores, Francisca y Purificación) podrán confirmar finalmente quién disparó la bala que acabó con la vida de su hermano el 4 de diciembre de 1977. Han hecho falta casi 48 años y decenas de reclamaciones, compromisos, gestos e iniciativas para que, si todo es como parece, este martes la Mesa del Congreso apruebe la nueva norma que autorice a las hermanas a las actas de la Comisión de Encuesta que investigó el suceso en 1978, sin tachar nombres ni anonimizarlos.

La nueva Instrucción para acceder y consultar el archivo del Congreso, que es donde se encuentran esas actas, se debate hoy en la Mesa y cuenta a priori con el respaldo de una mayoría integrada por los miembros del PSOE y de Sumar. “Desde este mismo martes, las hermanas de García Caparrós podrán acceder al archivo completo, desclasificado y sin anonimizar”, aseguran fuentes de la cámara legislativa.

La nueva norma, encuadrada en el Plan de Parlamento Abierto y a la que ha tenido acceso elDiario.es, recoge todo un corpus con el que se actualiza el sistema de acceso al Archivo, hasta ahora regido por una Instrucción de 1984. Un párrafo lo cambiará todo, según fuentes del Congreso y de Sumar, que ha impulsado la modificación.

Amparándose en Ley de Memoria Democrática, se recoge dentro de las excepciones al principio general de acceso al Archivo, y dice así: “(...) cuando la solicitud de acceso provenga de un interesado o de sus herederos, no será de aplicación lo dispuesto en el apartado c) del artículo 57.1 de la Ley de Patrimonio Histórico Español a los fondos documentales, cualquiera que sea su naturaleza u origen, depositados en el Archivo del Congreso de los Diputados sobre el golpe de Estado, la Guerra, la dictadura franquista, la resistencia guerrillera antifranquista, el exilio, el internamiento de españoles en campos de concentración durante la Segunda Guerra Mundial y sobre la transición hasta la entrada en vigor de la Constitución de 1978”.

En la práctica, una “contraexcepción” que dará carta blanca a los familiares para consultar documentos aunque estos contengan “datos personales de carácter policial, procesal, clínico o de cualquier otra índole que puedan afectar a la seguridad de las personas, a su honor, a la intimidad de su vida privada y familiar y a su propia imagen”, sin contar con los largos plazos de la Ley de Patrimonio Histórico.

Reforma impulsada por Sumar

La reforma fue anunciada por Esther Gil de Reboleño, diputada de Sumar y vicepresidenta de la Mesa, en un mitin de Verdes-Equo este sábado en Málaga. “Esto marca un antes y un después. Respecto a franquismo y asesinatos posteriores, si está en el Congreso y lo piden los familiares, se podrá ver”, explica la diputada.

Hasta el mismo sábado, la familia de García Caparrós no sabía nada, explican fuentes cercanas. Este lunes recibieron una llamada para explicárselo. En junio, las hermanas ofrecieron una rueda de prensa en la que cargaron contra el Gobierno y el Congreso por los continuos retrasos en afrontar la desclasificación completa de las actas. Dijeron que el Gobierno “se está riendo” de la familia porque desde febrero, cuando recibieron la promesa de María Jesús Montero de que se modificaría la ley para desclasificar los papeles, no habían vuelto a saber nada.

Las nuevas instrucciones de acceso al archivo parecen una vía mucho más despejada que la de modificar la Ley de Secretos Oficiales o incluso la de acudir al Tribunal Constitucional, como barajó Sumar en junio. Aquello estuvo cerca de generar una crisis en el Gobierno de coalición, con Sumar amagando con llevar a los tribunales el presunto obstruccionismo del socio mayoritario de Gobierno.

“Ahora se va a dar luz verde a lo que ya decíamos que era posible: que al amparo de la Ley de Memoria tenía que saberse la verdad de lo que pasó”, explica Toni Valero, diputado malagueño de Sumar. “Queremos saber qué pasó, quienes estuvieron implicados y que las instituciones respondan, y creemos que hay base legal para que desclasifique sin tachaduras”.

Junto a las hermanas, que llevan años clamando por conocer la verdad y pidiendo el reconocimiento como víctimas del terrorismo, IU ha presentado en los últimos años varias iniciativas para arrojar luz sobre el asesinato del joven, convertido en símbolo de la autonomía andaluza. La exdiputada Eva García Sempere pudo consultar los papeles en 2017, pero con los nombres tachados. Pero el pasado invierno, su útlimo intento se topó con la negativa de un informe de la Dirección de Documentación, Biblioteca y Archivo del Congreso a quitar las tachaduras de los nombres. Se podían ver los documentos, pero anonimizados. Se argumentaba que con la normativa entonces vigente no era posible dar vista completa de las actas. Sumar (IU) defendía que sí.

Símbolo de la autonomía andaluza

Manuel José García Caparrós tenía 19 años cuando murió de un impacto de bala en las cargas policiales tras la manifestación por la autonomía andaluza celebrada en Málaga el 4 de diciembre de 1977. El Presidente de la Diputación de Málaga, Francisco Cabeza, se negaba a que la bandera andaluza ondeara en la sede de la Plaza de la Marina, en contra de lo que iba a ocurrir en el resto de capitales andaluzas. La manifestación, pacífica, se fue al traste cuando un joven intentó trepar por la fachada para colocarla.

Ya por la tarde y enmedio de un gran despliegue policial, los agentes cargaron entre el Puente de Tetuán y Alameda de Colón. Entre los disparos al aire, también hubo a las personas. Y fue uno de esos tiros el que atravesó por la axila al joven Manuel José, trabajador de Cervezas Victoria, sindicalista de CCOO, aficionado al fútbol. Ingresó ya cadáver en el (entonces) Hospital Carlos Haya, hoy Hospital Regional. Sus padres murieron poco después, dicen sus hermanas que consumidos por la pena.

Ni la investigación judicial ni la comisión parlamentaria (presidida por Juan Rovira, alto cargo de Hacienda durante el franquismo) llegaron nunca a conclusión alguna y ni siquiera se encontró la bala que mató a García Caparrós. Francisco Cabeza, responsable político de lo que ocurrió, fue cesado al día siguiente, desapareció de la vida pública y un velo de silencio cubrió el crimen durante años, reforzado por la negativa del propio Congreso, hasta ahora, a entregar las actas donde se recoge sin anonimizar. Se supone que es un cabo, ya fallecido, que fue trasladado de inmediato a Vélez-Málaga.

Con los años, sin embargo, la presión ha ido intensificándose gracias al tesón de las hermanas, que han ido cosechando el apoyo político de la izquierda, y el crecimiento de la figura de Manuel José García Caparrós como símbolo de la autonomía andaluza. “Esperamos que sea la definitiva, que salga todo a la luz, se sepa toda la verdad y no escondan lo que pasó el 4 de diciembre”, ha dicho Dolores, con la desconfianza de quien lleva años intentando en vano que le digan quién mató a su hermano.

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