domingo, 2 de marzo de 2025

PRIMERA PARTE: LA NUEVA GENERACIÓN ANTIFRANQUISTA (2e): Villaverde del Río

 Villaverde del Río

En Villaverde la actividad antifranquista la desarrollarán en los años duros del inicio de la década Bartolomé Reyes Rodríguez (Bartolo) y Antonio Hernández Trigo, junto a los militantes no detenidos en 1960. No hubo desarticulación, aunque sí cierta ralentización, como consecuencia de la represión sufrida.

Bartolomé Reyes tuvo una dedicación total al partido. Asumió tareas organizativas y de propaganda que abarcaban a bastantes pueblos de la provincia. En 1961, recibió el encar­go por parte de Miguel Caballero Vacas (Juan Cabrera) de llevar Mundo Obrero y demás propaganda del PCE por los pueblos de la provincia, así como organizar el partido donde no había nada. A ello se dedicó con su bicicleta, la Galga, tal como la llamaba Juan Me­nor. La preparó para llevar la propaganda del partido y las latas de petróleo, que le servían de camuflaje. Oficialmente, para no despertar sospechas, era un vendedor de petróleo; clandestinamente, un propagandista comunista, liberado por el partido, cobrando 1.500 ptas. al mes, que eran insuficientes para mantener a su familia, por lo que vender petróleo no era solo camuflaje, sino pura supervivencia. Formó, en 1963, con Antonio García Ro­mero, Barbate, el Comité Comarcal de la Vega Media. Antonio era el responsable político y él asumió las responsabilidades de organización y propaganda. La lista de pueblos que visitó una y otra vez es interminable: Pruna, Cantillana, Brenes, La Rinconada, Alcalá del Río, Puebla de Cazalla, Badalatosa, Morón, Puebla del Río, Coria del Río, Isla Mayor, Mairena del Álcor, En 1965 emigra a Alemania, y en 1966 a Argentina, residiendo cerca de Buenos Aires hasta su vuelta en 1974. Continuará participando activamente en el PCE. Asegura Bartolo que entre 1962 y 1966, año en el que decide irse a Argentina, había en Villaverde del Río 39 militantes comunistas. Algunos de ellos ya lo eran desde hacía más tiempo: Florencio Borjas Asencio, Antonio Prada, José Miguel Ruiz, Pepín de Lola, Juan Gutiérrez García, Manuel Nicolás, Miguel Poyato, Fermín Galán, Fernando Franco y Francisco García Sánchez, el Yesero. Otros se incorporaron entonces, como fueron los ca­sos de José García y Manuel García, el Malagueño, y otros se retiraron por desavenencias internas, que fueron los casos de Francisco García Sánchez, de Jaén, y Manuel Trassierra Lupiañez, el Granaino.

Antonio Hernández Trigo continuó la senda abierta en 1957, junto a José Vera Morata y otros, en el Sindicato Vertical (La Hermandad Sindical Local de Labradores y Gana-deros). Fueron enlaces sindicales en 1963 y en 1966.

En abril de 1963 volvieron de la Prisión de Cáceres Antonio Álvarez Cabeza y Juan Ba­silio Camacho Castillo, detenidos y juzgados en 1960.

Juan Basilio Camacho dejó de estar en la vanguardia de la militancia política, dedicán­dose preferentemente a su familia y a su trabajo. Falleció el 6 de enero de 1996.

Antonio Álvarez continuó trabajado organizadamente contra la dictadura y por la demo­cracia, aunque poco a poco su hijo Francisco cogerá la antorcha de la lucha en Villaverde. Pudo disfrutar de la libertad conquistada y completar la travesía de 1936 a 1976, de la guerra y las cárceles a la libertad y la democracia. Falleció el 2 de febrero de 1977, cuan­do la libertad era ya una realidad en España, aunque no hubiese aún legislación plena­mente democrática.

Entre 1963 y 1970 la organización comunista villaverdera experimentó un notable cre­cimiento con los jóvenes (la nueva generación) que se incorporaron al PCE o a las JJCC. En dicha actividad jugará un importante papel Manuel Hernández García, Triguito, hijo de Hernández Trigo. Desde los 12 años, en 1963, había comenzado a participar en las reu­niones, a repartir Mundo Obrero, que recogía en Brenes, en casa de la familia de los Algaba Alfonseca), y a captar a otros para la lucha. También en 1963 se integraron en el PCE Francisco Molina Padilla (Paco Padilla), nacido en Fines (Almería) en 1947, y Daniel Rodríguez Martínez, barbero, nacido en Majarabique (La Rinconada) en 1948. Ha-cia 1967, por la influencia directa de Manuel Hernández García, ingresó en las JJCC Francisco Álvarez Asencio, hijo de Antonio Álvarez, y en 1968 lo hacen: Joaquín Linares Salas, Rafael Fernández Brito, Juan Mateo Navarro, Antonio Aguilar Fernández y Antonio Hernández, Ratón. En 1971 se incorporó Mariano Sánchez Membrive a las JJCC, quien me informa que en total llegaron a ser unos 50 los miembros de las Juventudes y unos 35 o 40 los militantes del PCE.

En 1971 fueron capaces de montar una caseta en la Feria. En septiembre hicieron asam­bleas de jóvenes, de las que saldrá el proyecto de la Caseta de Feria, que llamarán Nueva Juventud. No tuvieron problemas, pues los organizadores, aunque miembros de la JJCC, no estaban fichados aún por la Guardia Civil. El objetivo, además de los propios de una Feria, era, como ya ocurría en otros pueblos, tener un espacio propio, con lo que ello significaba de propaganda y presencia pública, sin olvidar ayudar al partido y ejercer la solidaridad con los presos políticos. A partir de entonces, la caseta estuvo presente en las fiestas villaverderas.

 

AUTOR: 
Ramón Barragán Reina
 
LIBRO: 
ANTIFRANQUISMO Y LUCHA OBRERA EN LA VEGA MEDIA DEL GUADALQUIVIR 1960-1975 (2024), páginas 20 a 22.

(Continuará)

 

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