San José de la Rinconada y la Vereda de los Solares
En el municipio de La Rinconada el antifranquismo y la organización comunista clan-destina se va a fortalecer en los dos núcleos en los que ya estaba implantada, San José de la Rinconada y la Vereda de los Solares, y se extenderá al pueblo de La Rinconada.
En San José, la actividad antifranquista del PCE local continuará casi sin interrupción, a pesar de ser la localidad que más detenidos había soportado en 1960, pues hombres que habían ingresado en el partido a finales de los cincuenta, tomarán las riendas de la organización. En esta tarea estará en primer lugar Antonio Pérez Ramos, junto a Francisco Moreno Sánchez, Frasquito, y Manuel de la Peinadora, que constituyeron el Comité Local, a petición del partido para dar continuidad a la organización local. Pronto se unirán a él José Castro Donaire, Fernando Ramírez Coca y Carmelo Camisón Lima, domi-ciliados en San José, y José García Mallén, en la Vereda de los Solares, para trabajar acti-vamente y de forma continuada durante muchos años, así como Antonio Marín Ruiz, Antonio el Largo, Juan Saavedra Sánchez, Pancho, y Eduardo Zambrana Guerrero, junto a otros hombres de la Vereda de los Solares. También continuarán otros viejos militantes que ingresaron en el PCE en los años cuarenta o cincuenta: Antonio Muñoz Sayago, An-tonio Aparicio Cruz, Manuel González Torres, Mosquino, Manuel García Mallén y Juan Moreno Pérez.
El empuje lo recibirá la organización local del PCE de los jóvenes (la nueva genera-ción) que desde 1960 comenzaron a participar las filas comunistas, bien directamente al PCE o como jóvenes en células del PCE, que después formarían parte de la UJCE (las JJCC, en adelante), cuando estas se organizaron, separadas del partido, entre 1962 y 1963.
En 1960 comenzaron su actividad política: Juan Hidalgo Navarrete, Juanele (Puebla de Cazalla, 1935); Juan Cantón Martos (La Rinconada, 1940); Miguel Macho Rodríguez (Villanueva de San Juan, 1944), que llegó al Barrio en 1951 con su familia, después de que su padre, carabinero durante la guerra, cumpliese la condena que le impusieron des-pués de la guerra; y Antonio Rodríguez Fernández, Antonio Trigo (El Rubio, 1943). Junto a ellos se integró en las filas del PCE Avelino Bernal Hacha (Corteconcepción, 1930-Gavá, 2008), que es un caso especial de afiliación tardía en comparación con las demás, a pesar de haber llegado al municipio en los años cuarenta. Por las mismas fechas o quizás algo más tarde, comenzará la participación en el PCE de Manuel González Corro, Mosquino (La Rinconada, 1945-2009), siguiendo los pasos de su padre.
Entre 1961 y 1962 se afiliaron un importante número de jóvenes,1 tanto en San José como en la Vereda de los Solares, gracias a la actividad de militantes mayores. Algunos de ellos fueron: Mariano Membrives Molina; Antonio Iglesias Rodríguez; José Vega Carrero, Pepillo el Feo, fallecido en 2002; José Asencio García, José Chica Hernández, fallecido en 2012, y José Saavedra Sánchez (Graena, 1939). José Saavedra recuerda que con él, en la misma célula, estaban Joaquín González Plaza, natural de Montoro (Cór-doba) y Al-fonso Zambrana Guerrero, nacido en Olvera (Cádiz) y cuñado de José García Mallén. En este grupo se incluye también a Manuel Martínez Vela, activo militante de las JJCC, que murió en febrero de 1968 con 24 años de edad. Su entierro se convirtió en una gran manifestación de dolor, con fuerte sentimiento comunista. Lo llevaron a hombros hasta el cementerio de San José de la Rinconada, a pesar de la oposición de la Guardia Civil, que no pudo hacer nada para impedirlo. La dirección de la Azucarera, donde trabajaba, permitió que los trabajadores pudieran asistir al entierro, parando la fábrica durante dos horas.
En 1963, año decisivo para la reorganización, Juan Menor Luque, Rafael, vivió clandestinamente, durante unos meses, en casa de Anita López Baena, y en abril volvieron, en libertad condicional, los que estaban presos en la Prisión P. de Cáceres:
-Rafael Contreras Angorrilla, el Zapatero, que mantendrá la actividad política, aunque en un segundo plano y que desde 1967 vivirá en la Bda. Almonazar, pero mantendrá su zapa-tería en la calle San José, que seguirá siendo lugar de reunión clandestina con otros miem-bros del PCE. Falleció en diciembre de 1980.
-Antonio García Romero, Barbate, que seguirá participando y asumirá la responsabilidad política del Comité Comarcal del PCE de la Vega Media, junto con Bartolomé Re-yes de Villaverde del Río, durante un tiempo. Falleció en 1991.
-José Manuel Casado Vázquez, que perdió trágicamente, en 1963, la única hija que tenía de su primer matrimonio, continuará políticamente en activo hasta su muerte en 1973.
Los tres gozaron siempre de la admiración, respeto y aprecio de todos sus compañeros de partido, debido a su humanidad, entrega generosa y trabajo político. En 1979 Rafael y Antonio y otros viejos militantes recibieron un homenaje organizado por el PCE local. Fueron los que habían completado la travesía desde 1936 a 1976.
Juan Menor se reunirá en más de una ocasión con los llegados de la cárcel. A esas reuniones se unirán con frecuencia José Castro Donaire, Antonio Pérez Ramos y Máximo Darío Catalina Díaz (Osorno-Palencia, 1938), que a finales de 1961 había vuelto a San José, donde estuvo hasta 1964. También se reunió con militantes de otras localidades de la comarca y asistió a algunas de sus celebraciones familiares.
De forma simultánea, en 1963, se constituirán las Juventudes Comunistas en San José de la Rinconada y continuará la afluencia de jóvenes hacia ellas. Este proceso se produce a la vuelta de Terrassa (Barcelona), de Florindo García Castillo (Santiponce, 1944), Mi-guel González Mejías y Valeriano López, sobrino de Anita López. Allí habían llegado en 1962, junto a otros jóvenes, incluida una hermana de Florindo, Antonia, para trabajar y conocer otros ambientes. Radio Pirenaica, la cual oían diariamente, les servía de guía en su actividad clandestina. Se reunía con ellos Antonio Galván Rojas, que vivía con su familia desde 1958 en Hospitalet de Llobregat y que no volverá a San José hasta 1969. A partir de ese año jugará un importante papel tanto en organización local y comarcal como en la provincial.
A partir de 1963 la integración a las JJCC fue masiva, tanto en la Vereda de los Solares como en San José, alcanzando la cifra de los 300 jóvenes afiliados o quizás más, según algunos testimonios, a final de la década. El PCE tendría en 1969, según Antonio Galván, 23 células funcionando, que supondrían unos 150 militantes. Todo un récord sin preceden-tes en la comarca.
Entre 1963 y 1964 comenzaron a participar en las JJCC: Antonio Luque Artacho, hijo de Manuel Luque, el Cura Borrico; Modesto Hidalgo Navarrete (La Puebla de Cazalla, 1937); los hermanos Miguel y Antonio Espinar Álvarez; Carmelo Acuña Mendía (Santa María de las Navas-Montemolín, 1945), así como su hermano Luis, Antonio Palomino Caba, que se afilia en Francia en 1963, y Lorenzo Gallardo Durán, el Monaguillo. Otros, por diversas circunstancias, lo hicieron directamente al PCE: Rafael Rica Castro, que se afilió con dieciséis años cuando ya trabajaba en HYTASA; Salvador Gutiérrez Chía (Gi-lena, 1940), que vivía en Vereda de los Solares, y José Martínez Vela, en 1964, con die-ciocho años de edad.
Entre 1965 y 1970 comenzaran a participar igualmente en las JJCC: Leandro Escudero Segura; Antonio Alvarado Moya; Pedro Palomino Cava, Pedro Cornejo Fernández; Rafael Fernández Rodríguez, Pataleto (Alanís, 1948); Rafael Gómez León; Antonio Meléndez Caro (La Lentejuela, 1946); José Anaya Ramírez; José Rodríguez Fernández; Pablo y Fé-
lix Barbero Monroy (Cañaveral, 1942 y 1950, respectivamente); Manuel Saavedra Sánchez; José Jiménez Berral y sus hermanos Antonio y Francisco, y, además, Luis Moya, los hermanos Antonio, Juan y Miguel Ocaña García, Adrián Maya Maya, Francisco Repiso, Marcelino Torres, Manuel Mármol Quesada y otros muchos más. Hacia 1966 Francisco Cadena Silva (La Lentejuela, 1911) decide su integración en el PCE, aunque llevaba años colaborando. Al final de la década de los sesenta Nicolás Martín Gómez (Marinaleda, 1948) ingresó en el PCE al poco tiempo de llegar a San José. Se casó posteriormente con Carmeli Durán Oña, militante de la HOAC, con fuerte compromiso social. Ambos par-ticiparon activamente en el movimiento asociativo de la localidad. Nicolás Martín falleció en el año 2002. En 1970, después de las huelgas de la construcción en Sevilla, en las que participó activamente, se afilió Manuel Ríos Carrasco, nacido en San Jerónimo en 1938.
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