La
actividad antifranquista en la emigración
1 En
Cataluña
Francisco
Guerrero Granado,
natural Láchar (Granada), vecino de Alcalá del Río, con domicilio
en Finca La Atalaya, de 21 años, soltero, agricultor, fue detenido
en Barcelona del 21 de noviembre de 1968. Estuvo en prisión hasta el
4 de diciembre junto otros dos trabajadores. Trabajaban en la fábrica
JORESA de Sardanyola, donde formaban parte de CC.OO. El juicio se
celebró el 14 de enero de 1970, siendo condenado por el TOP, al
igual que los otros dos, a 1 año, 6 meses y 1 día de arresto menor
por el delito de asocia-ción
ilícita.
En
1970 se establece en San Juan Despí Barcelona, Antonio Barragán
Rodríguez, natural
de Cantillana. Allí continuó organizado en el PSUC y en CC.OO.,
participando en la lucha obrera y antifranquista.
También
en 1970, el 2 de octubre, llegó a Barcelona José Manuel Romero
Sánchez, hijo de José Romero Quintana. Su salida de Cantillana se
debe considerar como un destierro encubierto, obligado por la Guardia
Civil a raíz de la detención de su padre. Se estableció en el
barrio obrero de Verdún (Distrito de Nou Barris) y trabajó en un
puesto del Mercado Municipal. Desde que llegó se incorporó a las
luchas vecinales y obreras. En 1971, año en el que se llevó a su
hermano Victoriano, se integró en el PSUC en su barrio y en CC.OO..
En septiembre de 1973, varios meses después de la muerte de su
padre, toda la familia, que aún quedaba en Cantillana: madre, abuela
y sus dos hermanos menores, se reunió en Barcelona. En 1975 se
trasladaron a San Andrés de la Barca (Bajo Llobregat). Allí
colaboró en organizar la primera célula del PSUC y en 1979 sería
concejal de su Ayuntamieo. José Manuel fue también Secretario
General de CC.OO. de la Zona Norte del Bajo Llobregat. En la Navidad
de 1986 falleció Teresa Sánchez Salguero, su madre. Teresa sufrió
mucho antes de irse a Cataluña. Vivió la incomprensión y el vacío
de muchos cantillaneros y cantillaneras y recibió amenazas parte de
algunas autoridades. Teresa merece nuestro respeto y reconocimiento
como una víctima más del franquismo y del ambiente represivo
creado por el régimen. Así debemos recordarla.
Valentín
García San Eufrasio,
natural de La Rinconada, vecino de Terrassa, de 20 años,de
profesión yesero, fue detenido junto a otros trabajadores el 23 de
septiembre de 1972 y puesto en libertad cinco días después. Les
acusaron de formar una célula de los jóvenes del PSUC y de que
pagaban 50 ptas., así como de recibir Mundo
Obrero
y Nuevos
Hori-zontes.
El 23 de mayo de 1975 fue condenado por el TOP a 2 meses de arresto
mayor por ser menor de edad por un delito de asociación
ilícita.
José
Pérez Ocaña (Cantillana, 1947) emigró a Barcelona en 1971. Se
propuso salir del asfixiante y repre-sivo ambiente cultural-religioso
de su pueblo, aunque la esencia (la fra-gancia,
como él diría) de Cantillana siempre vivirá en él hasta su
muerte. Ocaña, como será siempre conocido, no pudo recibir la
formación necesaria que sus inquietudes artís-ticas requerían: su
familia no podía. Trabajó encalando paredes, junto a su tío Juan
Pata-can,
donde para subsistir seguirá ejerciendo allí el oficio de pintor de
brocha gorda y vi-virá humildemente en una buhardilla de la Plaza
Real. Allí, sin ocultar su condición sexual, surgirá el artista
que llevaba dentro. Se convirtió en pintor naif,
con una crea-tividad
basada
en imágenes que forman parte la tradición y costumbres
cantillaneras: vír-genes, altares, ángeles, monaguillos, flores o
mantones, o sea, sus fetiches, con un esti-lo inconfundible, pero
cultivando también el retrato y el paisaje. Por
las Ramblas paseó, travestido, su forma de entender la vida y el
arte sin ningún tapujo, de forma transgresora y ácrata, a plena luz
del día.“Transformó
las Ramblas en un espacio maravilloso de libertad”,
recuerdan sus amigos. Siempre tuvo a mano un bombín o una peineta y
unos mantones, por si hacía falta. Fue protagonista de los
cambios culturales que se vivían en Barcelona en los años
finales del franquismo, y como militante homosexual luchó por
defender esta condición en unos momentos nada fáciles, cuando
imperaba aún la represión franquista. Protagonizó la película
Ocaña,
retrato intermitente
dirigida por Ventura Pons, que será exhibida en el Festival de Cine
de Cannes, donde se paseó con mantón y peineta. Sus cuadros se
expondrán en Santander, Zaragoza, San Sebastián o Palma de
Mallorca. Él nunca se desvinculó de su pueblo. Falleció en
Sevilla, en septiembre de 1983, de un fallo hepático cuando se
reponía de las quemaduras que había sufrido en Cantillana al
incendiarse el disfraz de sol, con papel, tela y bengalas, que lucía
en las Fiestas de la Juventud cantillanera, a las que asistía cada
año.
En
1985 sus obras se expusieron en el Museo
Español de Arte Contemporáneo de
Madrid. Su popularidad y recuerdo perdura como pintor y actor,
como artista polifacético, novedoso y trasgresor, precursor de la
performance,
combinando
diferentes formas de expresión artística con espontaneidad, que
tanto prodigó en las Ramblas barcelonesas.
2 En
países europeos
Los
militantes comunistas de la Vega Media sevillana que tuvieron que
emigrar se implicaron en la lucha antifranquista en el exterior,
manteniendo la solidaridad con sus pueblos y con la lucha por la
libertad en España. Algunos iniciaron su militancia política y/o
sindical en el país donde emigraron.
Alemania
y Francia fueron sus destinos principales, y en esos dos países
continuaron las actividades antifranquistas organizadas por el PCE,
cuya coordinación realizó la Comisión
de Francia,
con sede el París, a pesar de las limitaciones que ambos países
imponían a la acción política de los inmigrantes. Salir de España
era salir de la clandes-tinidad asfixiante del franquismo, pero
llegar a Alemania o a Francia no era llegar al paraíso de la
libertad soñada. La actividad política les estaban prohibidas, al
igual que pertenecer a cualquier partido político, y los gobiernos
franquistas no dejaron de presionar (amenazas incluidas) a los
gobiernos de esos países y de todos los que recibieron mano de obra
española para que impidieran las actividades
antiespañolas,
como ellos las llamaban. Sí podían sindicarse libremente, aunque no
tuvieron plenos derechos sindicales hasta 1972, y pertenecer a
asociaciones culturales o de otro tipo, siempre que mantu-viesen, en
un principio, un carácter apolítico.
En
Alemania Occidental (RFA), donde imperaba un fuerte anticomunismo
compartido por los tres principales partidos, el Partido Comunista de
Alemania (KPD) había sido ilegalizado en 1956 por decisión
judicial, por lo que el PCE tuvo poco apoyo. Por esas razones,
mantuvo estrechas relaciones con la Alemania Oriental (RDA),
convirtiéndola en su retaguardia
organizativa,
con sede en Berlín, hasta 1968. Tampoco
dieron muchos frutos los contactos con el Partido Comunista Alemán,
que surge ese mismo año. Para col-mo,
esta cooperación le causó graves problemas en la RFA. Los
comunistas españoles siempre fueron vistos con recelo por las
autoridades alemanes, y en algunos casos sufrie-ron seguimientos,
persecución y represión gubernamental, con detenciones y alguna
ex-pulsión de su territorio.
Las
dificultades en suelo alemán fueron compensadas por el PCE con una
militancia activa
y disciplinada y a una eficaz estrategia: la política de
infiltración de todas las estructuras útiles, formulación de la
propaganda del partido en términos amplios, apelación a estrategias
unitarias y, sobre todo, la disciplina y pericia organizativa de sus
militantes.
En
Francia, el PCE había sido ilegalizado en 1950, por lo que sus
dirigentes y militantes tuvieron que recurrir a la clandestinidad o
semiclandestinidad, pero contaron en todo momento con el apoyo y la
ayuda del PCF, de la CGT y de una parte importante de los exiliados
en 1939, afiliados también a las citadas organizaciones, lo que les
permitió una mayor movilidad dentro de los márgenes legales.
También en este país el activismo de izquierdas dentro del ámbito
asociativo de la emigración recayó sobre el Partido Comu-nista con
la creación de asociaciones o la presencia activa en otras.
Alemania
En 1962,
José Algaba Alfonseca, de Brenes, marchó a Düsseldorf,
capital del estado federal de Renania del Norte-Westfalia. Desde
que llegó, se integró en la organización ale-mana del PCE.
“Participaba
en el PCE de allí para la solidaridad con los españoles,
re-caudando dinero para la lucha, y haciendo manifestaciones contra
la dictadura. Nadie denunció nunca nada en el Consulado, ni el
Consulado nos denunció nunca”.
En
Düsseldorf estaba uno de los comités de zona que coordinaban la
acción de los comités locales y comarcales más cercanos y
existió un Centro
Obrero Español
ubicado en locales de la Federación Alemana de Sindicatos (DGB),
como contribución a las actividades antifranquistas, en el que
participaban militantes de UGT y del PCE. En 1970 los comunistas
crearon una Comisión
de Solidaridad con
CC.OO., al igual que en otras muchas ciudades alemanas. Todos los 1º
de Mayo los trabajadores españoles más cons-cientes se manifestaban
junto a los alemanes, portando –en muchos casos– banderas
repu-blicanas y banderas rojas y coreando lemas contra la dictadura
franquista, que la Emba-jada y consulados españoles denunciaban a
las autoridades alemanes al ser considerados “actos
hostiles antiespañoles.” Además,
todas las movilizaciones obreras de gran reper-cusión en España y
los actos de represión de la dictadura tuvieron su contestación por
parte de los emigrantes de las principales ciudades alemanas,
contando casi siempre con el apoyo de la DGB y en algunas ocasiones,
de los estudiantes alemanes. Así ocurrió desde las huelgas mineras
de 1962 hasta las
últimas ejecuciones de la dictadura en 1975.
Antonio
García Mahindo, Cristino,
de Cantillana,
emigró en 1963 a Alemania. Trabajó en Essen y al año se trasladó
a una localidad cercana a Düsseldorf, donde estuvo hasta bien
entrados los años setenta yendo y viniendo, y trabajando algunas
temporadas en Sevilla. Fue en Alemania donde ingresó en el PCE
hacia 1964. Participó en algunas huelgas de su empresa y en la
recogida de dinero para el PCE y los presos políticos en España,
que canalizaban a través de Marcos Ana (Francisco Macarro Castilla),
director y propa-gandista del Centro
de Información y Solidaridad con España
(CISE), creado por el PCE en 1962. Cristino fue al mitin de Santiago
Carrillo, que se celebró en la explanada de la Universidad de
Frankfurt el 30 de abril de 1972, al que asistieron miles de
emigrantes es-pañoles, y visitó -en más de una ocasión- el Centro
Cultural García Lorca
de Bruselas.
Antonio
Piedra Magro, el
Barquero,
destacado
militante comunista de Brenes, emigró a Alemania en 1963. Estuvo
allí cinco años. Se estableció en Palingenesia, un distrito rural
del Estado federal de Baden-Wurtemberg. Los contactos con el PCE se
producían en Munich, donde asistía a charlas, reuniones,
participaba en acciones antifranquistas y realizaban colectas de
solidaridad con España. A los dos años y medio, se fue con su
hermano a Oberkirch, en el mismo estado federal, cerca de la frontera
con Francia, y trabajó en una fábrica de papel. En esta localidad
tuvo más contacto con el PCE, pues iba a París con cierta
frecuencia. Volvió a Brenes en 1968 para continuar la lucha por la
libertad.
Manuel
Durán Gil, Remolino,
cantillanero, estuvo seis meses en el año 1963 y otros seis meses en
1965 en Ludwigsburg (Luisburgo)
en el centro de Baden-Wurtemberg. Allí participó en la acción
antifranquista repartiendo propaganda del PCE y asistiendo a las
manifestaciones que se celebraron en aquella ciudad.
David
Balmaseda Aguilera, desde Cuerva (Toledo), su localidad natal, emigró
a Ale-mania en 1964. Encontró trabajo en el Aeropuerto de Frankfurt,
ciudad en la que residió. Allí se afilió al PCE en 1969, animado
por José Asencio García, que había llegado a Frankfurt en 1968,
después de ser despedido, junto a otros compañeros, por la huelga
de julio de aquel año en FASA Renault, donde era miembro del Jurado
de Empresa y de CC.OO.. Ambos participaron en la acciones
antifranquistas que se promovieron en Alemania. Una de las acciones
más significativas, de la que me habla David Balmaseda, se produjo
en enero de 1969, cuando fue torturado y asesinado por la policía el
estudiante Enrique Ruano, miembro del FLP, y el Gobierno había
decretado el Estado de Excepción en todo el territorio nacional el
24 de enero. Ese mismo día unos 200 españoles tomaron al asalto el
consulado español en Frankfurt y arrojaron desde las ventanas del
edificio materiales de las oficinas consulares, hasta que fueron
desalojados por la policía. Se creó un organismo unitario, el
Comité
Permanente contra el Estado de Excepción, en
que participaron el PCE, el PSOE, la UGT y militantes de la
HOAC. Una
nueva manifestación, el jueves 30 de enero, pasó ante el consulado,
el Banco Español y la Casa Americana en Frankfurt.
Los
actos en esta ciudad culminaron en una manifestación de protesta, no
autorizada, de 2000 estudiantes alemanes y trabajadores
españoles, durante la cual la policía alemana detuvo a tres
alemanes y un español que fueron puestos en libertad. David estuvo
en Frankfurt hasta 1971, estableciéndose en San José de la
Rinconada. José Asencio volvió a Sevilla en 1970 para estar
presente en la vista del recurso contra FASA, ya men-cionado
anteriormente. Al ser desestimado, marchó de nuevo a Alemania y
estuvo allí unos dos años más.
En
1968 el cantillanero Manuel Martínez García, Calentito,
llegó a Frankfurt. No era la primera vez que iba a Alemania a
trabajar. Ya en 1963 estuvo un par de años trabajando en unas minas
de carbón, pero cuando volvió a España le prohibieron volver a
pasar la frontera. Estaba fichado por participar en actividades
antifranquistas. No obstante, logró salir y pudo volver a Alemania
en 1968 hasta 1973. En Frankfurt le tocó vivir importantes acciones
antifranquistas, conocer la constitución de
la Coordinadora
de Alemania de Comisiones Obreras de Solidaridad los
días 28 y 29 de marzo de 1970 se reunieron en Frankfurt delegados de
trece ciudades alemanas de las Comisiones de Solidaridad de CC.OO.,
y asistir al citado mitín de Santiago Carrillo en 1972.
Francisco
Canelo Ruiz, de Brenes, casado en 1963 con Gracia Ortiz Rodríguez,
se fue a Alemania en 1964, donde estuvo nueve meses. En 1970 volvió
a Alemania, a una localidad cercana Osnabrük, durante 14 meses.
Después, todos los años, iba a Francia en las temporadas de la
remolacha. Recuerda que en Alemania leía y repartía un periódico
del PCE que se editaba para la emigración (Información
Española)
y que en Francia leía el Mundo
Obrero. Toda
su vida ha mantenido la afición a la lectura, a pesar de no haber
po-dido ir a la escuela, pues comenzó a trabajar en 1940, con siete
años de edad.
En
Düsseldorf, con José Algaba Alfonseca, estuvieron varios de sus
sobrinos. Uno de ellos. En 1972 llegaron a aquella ciudad su sobrina
Antonia Algaba Noa y Carmelo Toledano Marchena, recién casados. Nada
más llegar tomaron contacto con el PCE, que ya estaba avisado de su
llegada. Participaron en la preparación del VIII Congreso del PCE,
celebrado en agosto de aquel año. Junto a las movilizaciones contra
la dictadura y en solidaridad con los trabajadores españoles,
Carmelo recuerda que una actividad fundamental era difundir
Información
Española, el
periódico del PCE para los emigrantes españoles, y
Mundo Obrero,
cuando llegaba. También, Nuestra
bandera,
Libertad
para España
o La
voz del campo.
Recaudaban
dinero para el partido y para los presos políticos antifranquistas y
sus familias. En 1974, Antonia y Carmelo, antes de volver a España,
fueron a Ginebra (Suiza) al mitin de Dolores Ibárruri y Santiago
Carrillo, organizado ofi-cialmente por el Partido
del Trabajo
de Suiza. Este mitin, previsto para el 23 de junio, fue prohibido por
las autoridades suizas, pero pudieron grabar sus discursos, que
fueron oídos por los miles de españoles concentrados en el complejo
deportivo de Les Vernets. Do-lores,
antes de la audición de los discursos,
desafiando
la prohibición, dijo: “Ya
que no nos dejan hablar, vamos a cantar”.
Y entonó una vieja canción obrera:
“Jóvenes
obreros
nuevos
proletarios
venid
a nosotros
venid
sin temor.
De
una idea santa
somos
partidarios
somos
precursores de un mundo mejor
a
engrosar nuestras filas venid
a
prestarnos ayuda llegad
que
es preciso emprender ruda lid
por
la causa de la humanidad.
Es
del socialismo la roja bandera
la
que tremolamos sin nunca ceder
ella
constituye nuestra vida entera
y
bajo sus pliegues hemos de vencer
¡Y
venceremos!”.
A Bremen
Alemania,
llegaron Emilio Algaba Gaona (del 1968 al 1975) y José Algaba Noa
(del 1971 a 1979), ambos de Brenes. Trabajaron
de soldadores en los astilleros Vulcan, en Blumenthal, distrito de
Bremen, junto al Río Weser. Emilio, que llegó antes, sintió
necesidad de información y contactos para continuar la actividad
política. Los consiguió a través de su tío José Algaba. Cuando
llegó José, su primo, organizaron el PCE en aquella ciudad.
Participaron, asimismo, en el Centro
Español
de Bremen, que tenía subvención del Consulado español. Emilio
consiguió que el Centro
Español
organizara una excursión para asistir a un mitin del PCE en Bruselas
celebrado el 1 de noviembre de 1970. En los 1º de Mayo participaban
en la manifestación con la bandera republicana, que los alemanes más
jóvenes de Bremen desconocían.
Cuando
en marzo de 1972, dos trabajadores de la empresa Bazán
de
El Ferrol fueron asesinados
por la policía franquista, enviaron dinero a los familiares de uno
de ellos. Emilio
estuvo en contacto por carta con una de las viudas.
En
diciembre de 1969 Rafael Gómez León se fue a Alemania, poco después
de protagonizar el conflicto de la construcción de los pisos de
la Barriada La Paz de San José de la Rinconada. Estuvo en Heilbronn
(Estado de Baden-Wutemberg) hasta mayo de 1976. De-sarrolló desde
que llegó una amplia actividad de solidaridad y organización con la
emigración. Crearon un Centro
Cultural y Democrático
para españoles. Él fue el tercer presidente. Estaban en un local
cedido por el Ayuntamiento de la ciudad, aunque tuvieron que cambiar
algunas veces de ubicación. Organizaron conferencias y realizaron
actividades, cuya finalidad era doble: concienciar y recoger dinero
para el partido y los presos. También crearon una Cooperativa
de Consumo
de productos españoles, que escaseaban en Alemania, y no se
olvidaron en ningún momento de repartir Mundo
Obrero
a militan-tes y simpatizantes y el periódico Información
Española.
En
1971 fue al mitin de Santia-go Carrillo, Dolores Ibárruri, la
Pasionaria,
y Jacques Duclos celebrado en el Parc
Mon-treau de
Montreuil, organizado por el PCF. Se reunieron 50.000 españoles.
En
1972 asistió al mitin de Santiago Carrillo celebrado en Frankfurt, y
en agosto se casó con
Conchi García Castillo en San José de la Rinconada. Volvieron a
Alemania, donde nació su primera hija. En 1974 asistieron el mitin
del PCE en Ginebra y en mayo de 1976 volvieron para continuar la
lucha por las libertades democráticas en San José.
Lorenzo
Gallardo Durán se fue a Alemania en los primeros meses de 1970,
volviendo para hacer la mili, y José Martínez Vela lo haría en
1972. Eran vecinos de San José de la Rinconada y trabajaron en la
fábrica OPEL de Rüsselsheim. Estuvieron vinculados al PCE,
frecuentando el Centro
Cultural Obrero Español
y el
Club Voltaire, donde
se reunían militantes de izquierda ale-manes y españoles
(comunistas, anarquistas y socia-listas).
Como en los casos anteriores repartían la prensa del partido
y “participando
en manifestaciones y otras acciones cuando en España había
detenciones o juicios”,
me ase-gura José Martínez, que también asistió al mitin de
Santiago Carrillo, el de la explanada de la Universidad de Frankfurt.
Lorenzo recuerda, asimismo, una huelga en la OPEL or-ganizada por IG
Metal
(Sindicato del Metal de Alemania).
Francia
Antonio
Muñoz Sayago llegó a París en 1957. Había nacido el 29 de abril
de 1932, en Calaña (Huelva). Su padre, tal como ha quedado recogido
al referirme a su hermano Andrés, fue asesinado por los
militares y fascistas en septiembre de 1936 junto a un hermano de su
madre y a una mujer embarazada. Vivió durante la guerra en Valencia
del Ventoso (Badajoz) y en Santiponce desde 1939, donde trabajó en
el campo y en la construcción. En 1954 se trasladó con su familia a
San José de Rinconada. Esta localidad trabajó con la empresa
Colomina
G. Serrano en
diversas obras.
A la vista de lo poco que se ganaba, decidió emigrar a Francia, pero
le negaron el pasaporte por los antecedentes familiares. Después de
trabajar un tiempo en el Bar
Pompadour
de San Sebastián.
Allí le dieron un pase de 24 horas para poder pasar la frontera. En
1957 llegó a París. En aquellos momen-tos, en Francia, había
huelgas y poco trabajo, pero entabló amistad con exiliados
espa-ñoles, que lo mandaron con otros emigrantes a una localidad
cercana a la frontera con Alemania, pudiendo en Estrasburgo arreglar
los papeles de residencia y trabajo en Francia. Volvió a París,
donde residió y encontró trabajo en Citröen.
Se afilió en 1960 a la CGT. Conoció a Paula Torres Rubio, natural
de Villacañas (Toledo), que pertenecía a las UJCE (las JJCC), y se
casaron. La familia de Paula se fue a Francia, pues un tío suyo,
Juan Rodergo Rubio, comunista, había sido fusilado cuando los
militares franquistas tomaron Toledo. En Paris perteneció a la
célula comunista que se reunía en Villejuif (París), en la que
estaban la madre y el hermano de Julián Grimau. La actividad era
clan-destina, pero podían moverse mejor que en España, pues había
cierta tolerancia. Participó en el VII Congreso del PCE, celebrado a
mediados de 1965. No dejó de participar en las accio-nes
antifranquistas que se promovieron en Francia. Volvió con toda su
familia a San José de la Rinconada en 1992. Paula, su mujer,
falleció en 2006.
Manuel
Aguirre Pérez (Garibaldi),
tras la detención de comunistas sevillanos en 1963, emigró
a Francia. Vivió en a Belleville Sur Rhône, cerca de Lyon. Desde
que llegó estuvo en contacto con el PCE y las actividades
antifranquistas que pudieron organizar. Sus dos hijos nacieron en
aquella localidad francesa: Lydia, en 1966, y Alejandro, en 1969.
Volvió a España en 1971. Continuó vinculado a la lucha por la
democracia a través de la activi-dad sindical en CC.OO. de ISA.
Cayetano
Gil Murillo, que en 1975 se instalará en San José de la Rinconada,
tuvo que exiliarse a Francia en 1962, pues fue despedido, junto a
otros miembros de la Comisión
Obrera
de ISA, por participar en la huelga de junio de ese año en su
empresa. Pronto entró a trabajar en otra empresa, pero le llegó
la noticia de que estaba en “busca
y captura”,
por lo que decidió irse a Francia. Llegó a Vich y se trasladó a
Puigcerdá. Pasó la frontera, después de diversos intentos,
arrastrándose por el suelo y aprovechando el ruido de fiestas
cercanas. En París, en la sede de la redacción de l'Humanité,
se entrevistó con españoles, que lo asesoraron. Consiguió asilo
político y trabajo. Vivió en Ivry, localidad anexada a París. Allí
se casó y nacieron sus tres hijos. Integrado en el PCE, participó
en la actividad del partido y acciones de solidaridad con la lucha
antifranquista y los presos políticos españoles. Un momento
importante cada año era la Feria
Internacional de L'Humanité. Esta
feria, organizada anualmente por el PCF, servía para que los
partidos comunistas clandestinos en sus respectivos países, cada uno
con su stand propio, pudieran exponer libremente sus programas de
acción y la realidad en las vicisitudes que vivían.
Juan
Rodríguez Rodríguez,brenero, estuvo en Francia, en Riom, del
departamento de Puy-de-Dôme (región de Auvergne), en 1963, aunque
sólo el tiempo del contrato, por lo que en 1963 estaba de nuevo en
Brenes. Allí asistió a charlas políticas y participó en las
acciones antifranquistas.
Antonio
Palomino Caba (Cortijo Chapatales-La Rinconada, 1933) emigró a
Francia en 1963. Vivió con su familia entre 1963 y 1972 en la
localidad de Aspiran, aunque trabajó en una fundición en Pézenas,
localidad situada a 13 km. de la suya. Después trabajó en la
construcción y también en el sector agrícola, repartiendo carbón
y gas-oíl por las localidades (comunas) de su departamento y
trabajando, además, en la viña de su patrón. Fue en Pézenas donde
se integró en el PCE, formando parte de su agrupación local desde
1963. Apenas tenían actividad, pues la actividad política
(manifestación, reunión y asociación) de los inmigrantes estaba
bastante restringida y mucho más para los comunistas. Eso no impidió
que recaudasen dinero para los presos antifranquistas en España y
ayudasen en concreto a Máximo Darío Catalina cuando estuvo preso en
1967. No
obstante, cuando llegó el Mayo del 1968 y las huelgas se extendían
por toda Francia, Antonio, con la ayuda de un exiliado español,
nacionalizado francés y militante del PCF y de la CGT, logró que
algunos compañeros de trabajo y del partido accedieran a reunirse
con los patronos y realizar varios días de huelga intermitente
durante dos semanas para conseguir mejores condiciones trabajo. La
reunión la tuvieron en el Ayuntamiento de la comuna. Los patronos
no se opusieron a las propuestas. Entonces, Antonio ya estaba
afiliado a la CGT, con sede en Pézenas, y formaba parte del Comité
Provincial (Distrito) de Hérault. En 1964 estuvo con él su hermano
Pedro, que también se implicó en las acciones antifranquistas
durante los dieciocho meses que permaneció en suelo francés. A su
vuelta ingresó en las JJCC.
En 1972,
Antonio Palomino se trasladó a Nyons, situada en el departamento de
la Drôme, con capital en Valance, donde vivió con su familia
hasta 1982. En Nyons no estaba el partido organizado. En poco tiempo
consiguió organizar una agrupación local del PCE, que llegó a
tener 27 militantes. En la empresa de la construcción donde
trabajaba organizó un sindicato, vinculado a la CGT con sede en
Valance. La experiencia de organizar un sindicato
de empresa
se propagó a otras empresas de la localidad. Un empresario pagó a
un marroquí para que lo eliminara. Su hermano José le avisó, y
ocurrió que el marroquí se lo contó. Consiguió crear una Unión
Local, ayudado por Bernard Doucer, un francés militante del PCF, de
la que fue secretario general, aunque oficialmente figuraba otro
francés, Alen Bracent. La actividad sindical en su empresa y en las
demás sirvió para dignificar su trabajo, mejorar las condiciones y
los salarios, consiguiendo que cumplieran la legalidad laboral
francesa. También en Nyons, Palomino creó en 1976, con otros
espa-ñoles, una Escuela Española para los hijos de los emigrantes,
de la que fue el primer pre-sidente. Consiguieron que la legalizaran
y subvencionaran. Junto a estas actividades, rea-lizaron cursillos
políticos para militantes del PCE y un conjunto de actividades en
soli-daridad con la lucha antifranquista en España, tales como:
informar de la situación espa-ñola,a través de la prensa del
partido; participar en la celebración anual de las Fiestas
de la Tamariciera
(fiestas del PCE) en Avignon, en las que actuaban cantantes franceses
y españoles y se organizaban mítines, a los que asistió Santiago
Carrillo, Marcelino Cama-cho y otros dirigentes comunistas, y en las
que recogían dinero para el partido, mediante el bar, rifas y unos
gorros chinos; en Navidad y otros momentos del año hacían viajes a
Le Perthus para comprar productos españoles, que después vendían,
haciendo rifas y fiestas con un ambigú, en el que servían bebidas y
comida española, y llevaron a cabo campañas de solidaridad con los
presos en España y ayudaron, por ejemplo, a Antonio Iglesias
Ro-dríguez, cuando estuvo en la cárcel entre 1973 y 1975. En
1982 volvió a San José de la Rinconada con su familia aumentada, ya
tenían cuatro hijos.
En
1964 emigró a Francia Apolonio Zarza Camarero (Montillana-Granada,
1932). Residía en una de las parcelas de la finca Chapatales,
en
La
Rinconada. En 1968 ya estaba integrado en el PCE, participando
en las acciones antifranquistas del exterior. Ingresó en el PCE
influenciado por su cuñado, Francisco Martínez Avilés
(Piñar-Granada, 1920), que también había vivido en Chapatales
y era amigo de José
Manuel Casado Vázquez.
En 1974 volvieron a España y se establecieron en Cataluña.
Rosalino
Daza Jiménez salió de Brenes a los 18 años de edad, en octubre de
1965. Se estableció en París, en La Bastilla. Allí estuvo hasta
1968, por lo que vivió activamente el Mayo
francés, igual
que Apolonio Zarza.
Trabajó en diversas carpinterías para aprender el oficio de
ebanistería y cultivó su afición por la ciencia. Fue allí donde
se afilió al PCE, del que recibió la preparación necesaria para
cuando volviese. En sus viajes de vacaciones, traía, como él dice,
la maleta llena de libros clandestinos. En Brenes, a su vuelta, se
convirtió en convirtiéndose en organizador de la juventud comunista
brenera.
Andrés
Serrano Agudo, de La Rinconada, se fue a Francia, a Ivry-sur-Seine un
barrio de París, en 1969. Allí estuvo tres años, hasta 1972.
Asistía a las reuniones del centro español (el que habían
organizado los exiliados) y participó en acciones de solidaridad.
Recuerda que cuando el Proceso
de Burgos
(1970) se produjeron paros en todas las fábricas.
Desde
finales de los años cincuenta y durante la década de los sesenta,
los breneros Emilio y Ramón Algaba Alfonseca iban todas las
temporadas de la remolacha (Ramón los siete meses seguidos y Emilio
dos veces al año, para la escarda y para la recogida). Tuvieron
contactos con el PCE en Francia y recogieron dinero para los presos
españoles en las reuniones con militantes y simpatizantes. También
vivió una experiencia similar Alejan-dro Jareño Quiñonero, que
tuvo que participar en la emigración temporera. De San José de la
Rinconada también hubo comunistas que participaron en la emigración
temporera de la remolacha en Francia. Este fue el caso de Manuel
García Mallen, que además trabajó unos meses en Citröen
y en Renault.
Estuvo yendo y viniendo durante ocho años. entre 1965 y 1973,
participando allí en acciones antifranquistas.
Hubo
otras salidas obligadas, directamente motivadas por la situación de
represión de la dictadura franquista. Fue la que vivió Leandro
Escudero Segura, cuando en 1974 tuvo que exiliarse y residir durante
un año en Luxemburgo, acompañado de su
mujer, Antonia García López, que recojo en un apartado
anterior.
Suiza
Desde
Cantillana, José Navarro del Cuerpo emigró a Suiza en 1970, cuando
ya tenía 37 años de edad. Allí los militantes comunistas tenían
las mismas dificultades que en los o-tros países europeos. Estuvo en
Schaffhausen y también en Lucerna, menos tiempo. Se-gún
publicaciones de CC.OO., los emigrantes españoles participaron
activamente en 16 huelgas de la construcción en 1970 y 21 en 1971,
porque era el sector de la emigración peor tratado en sus
condiciones laborales, de vida y humanas. Los dos actos
antifranquis-tas que José recuerda de forma muy especial fueron: el
mitin de Santiago Carrillo y Dolores Ibárruri, celebrado en
Montreuil (París), al que fueron en un tren especial desde Suiza, y
el mitin celebrado en Ginebra (Suiza), que reunió a unas 20.000
personas, a pesar de las prohibiciones. También participó en 1972
en mítines y acciones de solidaridad con los dos trabajadores
asesinados en El Ferrol. Volvió en 1975, se casó y se estableció
en una casa en el campo, cerca de Tocina, donde ha vivido desde
entonces.
Autor:
RAMÓN BARRAGÁN REINA (DE LA CLANDESTINIDAD A LA LIBERTAD CON-QUISTADA, Editorial Cículo Rojo, 2014, páginas 399-414)